Opinión

Misterios y sucesos del fusil AK-103 en Venezuela

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No es culpa mía si hoy estas armas son usadas donde no se deberían usar. La culpa es de los políticos, no de los constructores”.

Mijaíl Kaláshnikov

Por: Nehomaris Sucre

El Kaláshnikov AK-103 es un fusil de asalto de fabricación rusa que destaca fundamentalmente por su poco retroceso durante el disparo, lo que permite un tiro preciso. Además, es ligero, pues con el cargador a su máxima capacidad pesa tan solo 3,5 kg, una característica que facilita su traslado y manejo.

Como es el caso de todas las armas, el punto más importante es quién las utiliza. En este sentido, exploraremos algunos hallazgos y sucesos relevantes que han surgido desde que la Fuerza Armada Nacional acogió el uso de este fusil.

El general Raúl Baduel y la llegada de los primeros AK-103

En el año 2005 Venezuela compró 100.000 fusiles de asalto AK-103 a Rusia. El primer lote llegó en 2006 cuando Raúl Baduel, el militar recientemente fallecido en una celda del Sebin, era general de división y comandante del Ejército.

En ese entonces, Baduel declaró durante la recepción del armamento que el mando militar venezolano actuaba sobre la hipótesis de una posible agresión militar de Estados Unidos.

Tres años después, este oficial fue detenido luego de varias discrepancias con el chavismo. La invasión de la potencia norteamericana no llegó y el AK-103 pasó a ser, entre otras cosas, un arma a disposición de sus carceleros.

¿Qué pasó con la planta de producción de AK-103/AK-104 en Venezuela?

En 2006, el expresidente Hugo Chávez contrató la instalación de una planta para producir en el país los fusiles AK-103, así como su variante AK-104 y la munición calibre 7,62×39 mm, que emplean estas armas. Desde entonces se han dado a conocer distintas fechas para el inicio de las operaciones.

Tal como reseña el portal Infodefensa, en un primer momento se anunció que la fábrica comenzaría a funcionar en 2009, después en 2011 y posteriormente en 2012.

En el año 2014, según el sitio web antes citado, Moscú reconoció que las obras se habían pausado debido a una serie de irregularidades en las que incurrió un contratista ruso que con el tiempo fue condenado por el delito de estafa.

En 2017 Wilmar Castro Soteldo, quien era responsable de la vicepresidencia del Área Económica, aseguró a la nación venezolana que para el año siguiente ya estaría operativa la planta de producción de Kaláshnikov, pero eso no ocurrió.

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Así llegó marzo de 2018 y el ministro de Defensa Vladimir Padrino declaró desde Moscú que para el año siguiente estaría lista la fábrica de fusiles y municiones, sin embargo, esto tampoco sucedió.

En el mes de agosto de este año la agencia estatal rusa Rosoboronexport aseveró que estarían finalizando en un corto plazo las obras de la planta de producción venezolana. Si esto ocurre en los próximos meses, lo más probable es que sea anunciado por el gobierno de Nicolás Maduro como un gran logro, dejando de lado que transcurrió una década y media desde que informaron del inicio de la construcción de esta fábrica. ¿Cuánto dinero se tenía previsto invertir y cuánto se gastó finalmente? No lo sabemos, ya que no existe información detallada al respecto.

El AK-103 y otras armas en posesión de grupos criminales

En el marco del ForoChat sobre Conflictos Armados en Venezuela, la periodista Ronna Rísquez indicó que a nivel nacional operan alrededor de 40 grupos criminales, pero hay 10 que ejercen principalmente el control debido al número de integrantes, poder de fuego y actividades delictivas que realizan.

Según la investigadora, estas bandas y grupos guerrilleros manejan un arsenal de armas de alto calibre como fusiles AK-103, FAL y rifles AR15. Además, calcula que existen en el país un aproximado de 10 mil hombres armados pertenecientes a estos clanes.

Son varias las incautaciones de material bélico que evidencian lo expuesto por Rísquez. Por ejemplo, en marzo la Guardia Nacional decomisó en Guárico:

  • 28 fusiles AK-103.
  • 7 fusiles AK-47.
  • 12.000 cartuchos calibres 7,62×39 para AK-103.
  • 6.844 cartuchos 7,62×51 para FAL.
  • 97 cargadores de AK-103.
  • 34 cargadores de FAL.

Mientras que en el mes de julio, durante el asalto a las garitas y guaridas de la banda criminal del “Koki”, incautaron varias armas y municiones, entre las que destacan una bazuca (a la que tienen acceso el Ejército y la Infantería de Marina), así como una cantidad significativa de cartuchos para ametralladoras tipo Browning M2, conocidas también como punto 50, cartuchos para rifles AR15 y munición para fusiles AK-103.

¿Cómo llegó tanto material de guerra a manos de los grupos delictivos? Una vez más, no hay información clara a disposición de los ciudadanos, pero lo cierto es que los organismos de seguridad a través de los seriales de los fusiles pueden identificar si provienen del parque de armas de algún cuartel venezolano.

En definitiva, el AK-103 guarda relación con varios sucesos que demuestran la gravedad de la crisis venezolana: presos políticos, obras inconclusas y violencia fuera de control.


NEHOMARIS SUCRE | @Neho_Escribe

Politóloga y militar retirada.

El Pitazo no se hace responsable ni suscribe las opiniones expresadas en este artículo.

Neho Sucre
Publicado por
Neho Sucre

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