Más allá del espejo, el trastorno alimenticio

352

Por: Karina Monsalve

En los últimos tiempos vemos con mayor frecuencia una alarma social generalizada por la preocupación constante de la imagen corporal en los jóvenes. El bombardeo de los estereotipos ideales y los ya instaurados “influencer” en la vida de los adultos jóvenes propician que cada vez en edades más tempranas se inicien los trastornos alimenticios.

Los estudios demuestran que el constructo “imagen corporal” está involucrado en este trastorno, lo que significa que la insatisfacción y la distorsión de la imagen del propio cuerpo son parcialmente responsables de los trastornos alimentarios. Sin duda, los factores culturales y sociales tienen su cuota de responsabilidad en el desarrollo de este desorden. 

Recibir comentarios de burlas acerca de la apariencia pueden generar efectos negativos en el desarrollo de la imagen corporal, sobre todo en los adolescentes. La idea de una belleza representada por modelos, mujeres y hombres cuyas proporciones, peso y estatura son una auténtica excepción estadística, muestran a ideales de la delgadez como símbolo de independencia, éxito social, personal y profesional. Así una percepción distorsionada de la imagen del propio cuerpo, vinculada a la insatisfacción corporal por estos estándares, está en la base de estos trastornos.

Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por una conducta alterada frente a la ingesta de los alimentos para controlar el peso. Estos trastornos están asociados a múltiples complicaciones médicas, psicológicas y afectan el funcionamiento psicosocial de la persona.

Los trastornos alimenticios más comunes son: la anorexia nerviosa, la bulimia y los atracones que pudieran terminar en obesidad.

Estos últimos, los atracones de comida, se caracterizan por comer sin control, aun después de estar lleno. Por lo general luego de tener la sensación de llenura tienen sentimientos de culpa, vergüenza y angustia. Llevar a cabo esta conducta con frecuencia termina en el aumento de peso de la persona y el desarrollo de la obesidad.

Las personas con bulimia nerviosa también presentan períodos de atracones, pero luego se purgan provocándose el vómito o usando laxantes. En algunos casos recurren al exceso de ejercicios físicos y al ayuno como parte del control de peso.

En el caso de las personas con anorexia nerviosa, estas evitan severamente los alimentos, pueden comer en cantidades muy pequeñas solo algunos tipos de alimentos. Sufren de una distorsión constante de su imagen porque siempre se ven con sobrepeso aun cuando estén muy delgadas. Por lo general, es el trastorno más grave teniendo que intervenir un equipo multidisciplinario de salud para su tratamiento. 

Conocer y comprobar la importancia del peso real en los jóvenes, así como la distorsión e insatisfacción con su imagen corporal, nos pueden ayudar a intervenir precozmente en esta población, a fin de evitar el incremento de los problemas de la ingesta.

Les dejo algunas señales de alerta que pueden indicar la posible presencia de un trastorno de la conducta alimentaria:

  • Preocuparse o quejarse continuamente por estar gordo y hablar sobre cómo bajar de peso constantemente.
  • Omitir comidas o poner excusas para no comer
  • Adoptar una dieta vegetariana demasiado restrictiva
  • Prepararse los alimentos, en lugar de comer lo que la familia come
  • Alejarse de las actividades sociales normales
  • Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
  • Comer reiteradamente grandes cantidades de dulces o de alimentos con alto contenido de grasas y luego sentir culpa.
  • Tomar suplementos dietéticos, laxantes o productos herbarios para bajar de peso
  • Ejercitarse en exceso
  • Tener callosidades en los nudillos por provocarse los vómitos
  • Tener problemas de pérdida del esmalte dental, un posible signo de vómitos reiterados
  • Ir al baño durante las comidas
  • Expresar depresión, enojo, vergüenza o culpa respecto de los hábitos de alimentación
  • Comer a escondidas

Si observa más de tres signos de alarma en su hijo, le invito a buscar ayuda con un especialista que le oriente a buscar el mejor tratamiento para prevenir la instauración de este trastorno.


KARINA MONSALVE | @karinakarinammq

Psicóloga clínica del Centro Médico Docente La Trinidad.