CIENCIA Y LETRAS
Por: Paulino Betancourt
El lunes 15 de noviembre de 2021, en la madrugada, los funcionarios estadounidenses anunciaron que habían detectado un campo de escombros en órbita cerca de la Tierra. Más tarde ese mismo día, se confirmó que el ejército ruso había destruido uno de sus antiguos satélites en la prueba de un arma antisatélite.
Estas pruebas eran poco frecuentes, y son criticadas por la comunidad espacial debido al riesgo que crean para las tripulaciones en órbita.
Rusia destruyó el satélite Kosmos 1408, que había estado en órbita desde 1982. El satélite estalló y creó miles de pedazos de escombros en órbita, variando en tamaño desde pequeñas partículas hasta pedazos de unos pocos centímetros de ancho. Esta basura espacial permanecerá en órbita durante años, pudiendo eventualmente chocar con otros satélites, así como con la Estación Espacial Internacional.
Los siete astronautas (cuatro estadounidenses, un alemán y dos rusos) de la estación espacial tuvieron que refugiarse dentro de los vehículos acoplados Soyuz y Dragon, cuando pasaban cerca de la nube de escombros.
¿Qué es un arma antisatélite?
Estas armas, comúnmente denominadas A-SAT, son cualquier tipo de arma que pueda dañar temporalmente o destruir un satélite en órbita. El que Rusia acaba de probar se conoce como un arma antisatélite cinética de ascenso directo. Este misil tierra-espacio Nudol se lanzó desde el cosmódromo de Plesetsk.
Un tipo de arma similar, llamadas armas antisatélite co-orbitales, se lanzan primero hasta una órbita y luego de allí cambia de dirección para colisionar con el satélite objetivo desde el espacio. Un tercer tipo, las armas antisatélite no cinéticas, utiliza tecnología como los láseres para afectar a los satélites sin chocar físicamente con ellos.
Las agencias espaciales han estado desarrollando y probando armas antisatélite desde la década de 1960. Hasta la fecha, EE. UU., Rusia, China e India han demostrado la capacidad de atacar satélites en órbita que proporcionan servicios como GPS, comunicaciones y pronóstico del tiempo.
¿Por qué los escombros son un problema?
Independientemente de la causa, los desechos espaciales son un problema grave. Los desechos espaciales a menudo viajan a más de 27.000 kilómetros por hora alrededor de la Tierra. A esa velocidad, pedazos de escombros podrían destruir cualquier nave espacial o satélite con el que se encuentre en el camino. Las piezas más grandes son más fáciles de rastrear y evitar, pero es difícil perseguir piezas de menos de 10 centímetros.
En la década de los ochenta, un satélite soviético se rompió como resultado de un presunto impacto por escombros. Más recientemente, en julio de 2021, uno de los brazos robóticos de la Estación Espacial Internacional fue golpeado por una pieza de escombros que abrió un agujero de 0,5 cm.
Si bien no fue necesario reparar el daño, los funcionarios lo describieron como un golpe de suerte: si hubiera golpeado una parte diferente de la estación, la situación podría haber sido mucho peor.
Actualmente hay miles de piezas de basura espacial dando vueltas alrededor de la Tierra, con fuentes tan variadas como partes de cohetes viejos, satélites abandonados, escombros de colisiones y pruebas anteriores, además de objetos perdidos por los astronautas. El problema, como con el ambiente, es que hay pocos incentivos para que los países eviten generar escombros o disponerlos adecuadamente.
A largo plazo, los expertos recomiendan trabajar en soluciones globales para eliminar los escombros. Esto incluye tomar medidas para prevenir la generación de desechos espaciales en primer lugar y eliminar los que ya están en el espacio.
Varias organizaciones gubernamentales e internacionales han propuesto formas de prevenir la aparición de nuevos escombros, pero no son vinculantes legalmente.
La recolección es un desafío más difícil. La tecnología para eliminar los escombros aún no se ha desarrollado por completo, pero aun así, su implementación es un tema delicado. La misma tecnología que podría usarse para eliminar un trozo de basura espacial es la misma que se usaría para atacar un satélite. Esta tecnología de doble uso plantea desafíos, ya que puede suscitar sospechas de que los países están probando armas antisatélite al amparo de la eliminación de escombros.
A pesar de las dificultades, existe un creciente reconocimiento internacional de que los desechos espaciales son un problema delicado. Si bien el mundo aún no tiene una comprensión completa de las acciones de Rusia, este evento es un llamado de atención sobre la importancia de los esfuerzos para reducir la contaminación en la órbita de la Tierra. Urge implementar normas para el espacio que puedan ser utilizadas de manera responsable por todas las naciones del mundo.
PAULINO BETANCOURT | @p_betanco
Investigador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat
El Pitazo no se hace responsable ni suscribe las opiniones expresadas en este artículo.
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