Liderazgo compartido

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Se habla mucho de liderazgo efectivo, que es algo así como tener una visión, integridad, compromiso y resiliencia. Es probable que a esta lista rápida se pueda sumar alguna otra habilidad que pueda ser tan esencial para el éxito como los ya mencionados, pero sin el esfuerzo incendiario entre los empleados para ayudar al líder a alcanzar esas metas ambiciosas, no existen posibilidades de éxito. Entusiasmar, le dicen algunos. Yo prefiero llamarlo comprometer, es decir, tener esa habilidad para que los equipos estén empoderados y realmente enfocados alrededor del propósito o desafío.

Actualmente el poder de la posición del líder por sí solo no puede generar entusiasmo y dedicación en los colaboradores. En su lugar, los empleados deben estar convencidos de que los objetivos del líder son alcanzables, comprender que alcanzar los objetivos proporcionará una recompensa personal y estar inspirados para hacer su propia contribución de fuerza total.

¿Cómo comprometer a las personas del equipo? Solo con conversaciones conscientes, con liderazgo presente, que sea claro sobre el mensaje y que aproveche cada oportunidad para demostrar, en vivo y en persona, su pasión por sus objetivos.

Algunos líderes consideran que con solo comunicar sus metas a la fuerza laboral a través de los medios internos de la organización —publicaciones de los empleados, intranet, videoconferencias, etcétera— tendrán resultados. Otros prefieren el cara a cara. La clave aquí es tener una narrativa bien pensada y que provoque esos resultados que se buscan.

Y es más que obvio que el asesor de comunicaciones con el que cuentes es clave. Debe ser capaz de ofrecerte siempre caminos distintos en la comunicación y opciones diferentes para que esa narrativa logre expandir la mente del colaborador. Como te digo, el medio no importa tanto; el cómo lo decimos es fundamental.

Hoy te quiero dejar algunos consejos para que vayas poniendo en práctica en el desarrollo de tu negocio digital.

Habla desde el corazón: saber aprovechar las oportunidades de comunicación para hablar de forma emocional es fundamental. Hacer esto le permite al líder expresar su mensaje con absoluta claridad y abordar cualquier inquietud que pueda existir al respecto.

La pasión al comunicar: poner el liderazgo en exhibición no es algo natural para algunas personas. Es más, diría que la minoría está cómoda ante esta situación. Por eso se debe ser uno mismo al comunicar; solo así saldrá la pasión que se lleva por el negocio. He sido testigo de cómo asesores de comunicación quieren cambiar la forma de conversar de un líder ante un evento puntual, y los resultados siempre han sido poco alentadores.

El hábito de comunicar: practicar la comunicación debe ser un hábito en los “pichones de líderes” e incluso en los que ya lo son. Siempre hay que practicar la conversación. Una vez que se aprende, se convierte en un hábito, y cada oportunidad de conversación se vuelve cada vez más efectiva.

Palabras claras: hay que saber organizar el mensaje para que sea claro y convincente. Que apele tanto al corazón como a la cabeza. El líder de hoy debe ser un experto en storytelling que involucre a la audiencia y revele su humanidad, que sea esencial para establecer la confianza. Yo siempre digo que el “érase una vez” es muy poderoso.

La credibilidad a través del contacto visual: la falta de contacto visual puede indicar inquietud, actitud defensiva o tal vez falta de franqueza. Yo recomiendo hablar con una persona mirando a los ojos de la otra, y, obviamente, haciendo la pausa para evitar causar incomodidades.

Estas son solo algunas de las recomendaciones que quiero dejar hoy para empoderar esas conversaciones que tenemos y seguir adelante en nuestra formación como empresarios digitales líderes.


RAMÓN CHÁVEZ | @chavezrosas

Comunicador social, exdirector de empresas multinacionales, consultor de marca en LinkedIn, capacitador y fundador de El Primer Piso.

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