EL PODER EN ESTE PAÍS
Por: Rogelio Guevara Cantillo
El martes 29 de septiembre se realizó en la Universidad Case Western Reserve de la ciudad de Cleveland, Ohio, el primer debate por la presidencia de Estados Unidos. Antes del debate, Donald Trump atacó a Joe Biden al pedirle que primero se hiciera un examen antidoping, también fue muy hostil por el tema de la edad y salud. El debate, en términos generales, decepcionó a la gran mayoría. El duelo de hora y media comenzó a las 9:00 pm, hora local, y estuvo moderado por el periodista de la cadena Fox News, Chris Wallace. La estrategia inicial de Trump fue tratar de molestar y desequilibrar a Biden.
Biden, según las encuestas previas al debate, iba ganando el voto ciudadano, mientras que Trump llevaba las encuestas en contra. La discusión en varias ocasiones pareció una pelea callejera, el mismo Wallace dijo: “Les pido que ambos dejen al otro hablar sin tantas interrupciones, es la mejor forma de servir al país”. Lo vi como una confrontación vergonzosa y soez, carente de respeto entre ambos.
Así mismo Biden atacó a Trump con el tema de las manifestaciones de semanas recientes. “Cuando mataron a Floyd, hubo una protesta pacífica fuera de la Casa Blanca. ¿Y qué hizo él? Fue a su búnker e hizo que el ejército arrojara gas lacrimógeno a los ciudadanos. Todo lo que hace Trump genera divisiones”, expresó Biden. Trump, por su parte, dijo que tiene más apoyo entre los afroamericanos que cualquier otro candidato antes que él.
Un reportaje de The New York Times reveló sus declaraciones impositivas, en las que solo pagó a la Hacienda estadounidense $750 por concepto de impuesto a las ganancias. Trump dijo que esto era falso y que “pagó millones”. Biden, por su parte, lo retó a que publicará las planillas de pago de estos impuestos, pero Trump indicó que lo hará “cuando estén listos”. Así mismo Trump dejó en tela de juicio que el voto por correo y en general todo el proceso en el entorno de crisis por COVID-19 pone en duda la legitimidad de las elecciones.
Néstor Luis Álvarez, abogado y experto en políticas públicas, considera que el debate tal vez no haya sido de utilidad para los electores indecisos, que son prácticamente los únicos destinatarios de los debates en una elección entre alternativas tan antagónicas. El gran rival o retador de la noche no fue Biden, por el contrario, fue el moderador Wallace, quien se dedicó a marcar a Trump. Parecía que sólo Biden tenía derecho a hacer comentarios mientras hablaba Trump. Así mismo se puede agregar que, según la cadena CBS, la percepción del debate es de un 48% a favor de Biden y 41% a favor de Trump. En el caso del debate de hace cuatro años en el pasado, habría que recordar que la percepción del primer debate entre Hillary Clinton y Trump fue 62% a favor de Clinton y 27% a favor de Trump.
Adicionalmente conversé con Tomás Socias, analista político. El experto considera que el debate es un ejemplo para todas las democracias de América Latina. Los candidatos deben debatir aun en los momentos de mayor tensión como este. Por el lado de Biden creo que esa calificación de vicepresidente le ayuda a la campaña y debate. Estuvo duro en los puntos clave, como el tema de los impuestos. Logró en muchas oportunidades hacer sus planteamientos de tal manera que el presidente Trump tuvo que agredirlo, pero, por otro lado, en el caso del presidente sale con una ligera ventaja del debate. Su rostro recio lo lleva a tener un acercamiento con el pueblo, de Estados Unidos, el americano tradicional que quiere dureza. No tocaron el tema de inmigración que es una de las debilidades de Trump, aunque es su fortaleza interna dentro de Estados Unidos, y no se profundizó en temas raciales.
El gran rival o retador de la noche no fue Biden, por el contrario, fue el moderador Wallace, quien se dedicó a marcar a Trump. Parecía que sólo Biden tenía derecho a hacer comentarios mientras hablaba Trump. Así mismo se puede agregar que, según la cadena CBS, la percepción del debate es de un 48% a favor de Biden y 41% a favor de Trump
Rogelio Guevara
Para Biden el debate significa mantener su ventaja entre 7% – 9%, pero no presentó la fortaleza necesaria en los cuestionamientos hechos por Trump. El actual presidente, con su fortaleza inspira, al americano tradicional, al americano fuerte, al que quiere que lo defiendan. Centra en la economía, que lo ha hecho bien. Mientras tanto Biden no logra sacar provecho de las debilidades de Trump. Tomás Socias destaca que en los pasillos del poder se dice que Trump se acerca a paso pausado pero firme a Biden, y ganará las elecciones en medio de críticas y peleas.
El debate dejó a muchos decepcionados. Pensaban ver algo de más altura, más serio y profesional por tratarse de la democracia más relevante del mundo. Un hecho curioso, es que ambos candidatos negaron y/o defendieron a sus “colectivos violentos”, que en el caso de Venezuela hacen mucho daño y crean violencia al salir a defender a Nicolás Maduro. Trump negó la existencia de supremacistas blancos y Biden negó la existencia de Antifa. Quedaron muchos puntos por fuera, en especial para el interés latino y venezolano, como temas de inmigración, política exterior con amenazas como la conexión iraní en el hemisferio o el régimen de Nicolás Maduro y compañía.
Venezolanos tienen la idea de que de seguir Trump se mantendría la “esperanza” de cambio en el país potencia energética. Por otro lado, existe la idea y expectativas que de ganar Biden junto a su candidata a vicepresidenta, Kamala Harris, se vuelva a perder mucho más tiempo para Venezuela dada las ideas de “izquierda” y más suaves por parte de los demócratas contra el socialismo venezolano de Maduro. Faltan dos debates presidenciales y un debate de vicepresidentes. El viernes 2 de octubre, Donald Trump confirmó a los medios que dio positivo junto a su esposa Melania de COVID-19, esto a raíz de que una de sus asistentes, Hope Hicks contrajera el “virus chino” como lo define Trump. ¿Afectará esto a los próximos debates? ¿Qué nos deparará a los venezolanos el 3 de noviembre esta senda política?
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Venezuela y Latinoamérica.
