El libro de Bolton, a la izquierda, pone en peligro la reelección de Trump | EFE
Por Rogelio Guevara Cantillo
Son unas memorias polémicas. Un libro de ese tipo se compara al publicado por el exsecretario de defensa Robert Gates en 2014 titulado “Memorias de un Secretario en Guerra”. Gates sirvió como secretario de defensa desde 2006 a 2011, durante la administración republicana de George W. Bush y la demócrata de Barack Obama. John Bolton, ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump, no se quedó atrás y publicó sus memorias sobre sus días en la Casa Blanca. Cada capítulo es controversial. El libro se titula “La sala donde sucedió” (The Room Where It Happened). Contiene cerca de 576 páginas y la casa editorial es Simon & Schuster, fundada en 1924 y propiedad del grupo empresarial Viacom CBS. El libro esgrime la tensa relación del presidente Trump con los líderes mundiales y su política de relaciones internacionales. En palabras de Bolton, en varios párrafos de su obra, se declara sorprendido por las cosas que el presidente dijo, preguntaba o publicaba en tweets mientras sirvió para él en la Casa Blanca.
Al día de hoy, la administración Trump está haciendo todo lo posible para frenar la salida en librerías de la reciente obra de John Bolton. El Departamento de Justicia demandó a la casa editorial Simon & Schuster. Así mismo, pidió a un juez el embargo de la edición como medida cautelar de urgencia, alegando que contiene información de seguridad nacional que no debe ser revelada en el presente. Antes de su lanzamiento oficial se filtró el libro en medios como The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.
Entre muchos de los capítulos incendiarios del libro, Bolton afirma que Trump le pidió a China que usará su poder económico para ayudarlo en las elecciones de 2020, y ofreció “engavetar” las investigaciones criminales como “auxilios” para los líderes autoritarios que le gustaban. Trump estaba dispuesto a detener las investigaciones criminales en calidad de “favores políticos” para los dictadores que jugaran a su favor, recalcó Bolton.
Una de las anécdotas que relata Bolton tiene que ver con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, quien dio sus inicios en la política estadounidense como miembro de la cámara de representantes y luego en el senado por Carolina del Sur. Ambos quedaron sorprendidos al enterarse por un “tweet”, de la invitación del presidente Trump a Kim Jong Un, dictador comunista de Corea del Norte a reunirse con él en la zona desmilitarizada de Corea a través del “timeline” de Trump en la famosa red social Twitter. Relata Bolton que Mulvaney y su persona creían que el tweet era un chiste, pero para sorpresa de ambos no lo era; de hecho, la reunión de Kim Jong Un y Trump se materializó en junio de 2019.
Según Bolton, toda la campaña comunicacional de Trump con respecto a denigrar o atacar a China es falso, es solo una mentira para aparentar fuerza contra el gigante de Asia, cuando en realidad Trump se muestra cauteloso y preocupado por Xi Jinping y China. Inclusive Bolton expone que Trump solicitó colaboración a Jinping con la finalidad de apoyar su reelección a cambio de favores en el comercio bilateral entre ambas naciones. Trump en sus negociaciones con Jinping, destacó la importancia de los agricultores y de ofrecer favores a China como aumentar la compra de soja y trigo si Jinping colaboraba “positivamente” en el resultado electoral. Bolton quería utilizar en su libro las palabras precisas de esas reuniones para imprimirlas en su obra, pero el proceso de revisión previo a la publicación del gobierno estadounidense ha decidido lo contrario y no darle permiso para usarlas.
En uno de los pasajes más penosos en política de Derechos Humanos, Bolton revela en su libro que el presidente Trump expresó su apoyo a los campos de concentración al presidente chino Xi Jinping durante la cumbre de líderes mundiales del G-20 de 2019. Jinping le explicó a Trump por qué básicamente estaba construyendo campos de concentración para los uigures (grupo étnico que habita el noroeste de China en la provincia de Sinkiang). Relata Bolton que: “según nuestros intérpretes, Trump dijo que Jinping debería continuar con la construcción de los campamentos, lo que pensó que era exactamente lo que debía hacer”. En la misma línea de ideas sobre Derechos Humanos, en junio de 2019, el presidente Trump desestimó las protestas de Derechos Humanos en Hong Kong y dijo: “No quiero involucrarme”. El presidente Trump también desestimó la masacre de la Plaza Tiananmen (1989), sugiriendo que fue hace muchos años, “¿a quién le importa? Estoy tratando de llegar a un acuerdo”, según explicó Bolton. El anterior asesor de seguridad nacional, Bolton dibuja a un presidente de los Estados Unidos ignorante en temas de relaciones internacionales y en realidad débil ante China.
El libro de Bolton no podía dejar por fuera su participación en Venezuela. En el libro revela que Trump estaba dispuesto a lanzar una operación militar contra Nicolás Maduro en el territorio de Venezuela. Aunque muchos no lo crean y como relata Bolton, Trump no subestimaba a Maduro y lo consideraba un adversario de respetar y moverse con cautela y rapidez ante este. Por su parte, la opinión de Trump hacia Juan Guaidó era de dudas, debilidades e inseguridades con el joven e inexperto político venezolano ante la situación histórica y el acantilado de retos y responsabilidades que le tocaba afrontar. Así mismo Bolton recoge en su obra declaraciones insólitas de Trump cuando esté consideró “cool” invadir a Venezuela y que este tipo de acciones tenían que hacerse, porque en realidad Venezuela es dominio de los Estados Unidos. ¿Arruinará este libro la reelección de Trump en noviembre de 2020 a la oficina oval del 1600 de Pennsylvania Avenue en Washington D.C.? El forcejeo entre la Casa Blanca y John Bolton para que el libro del ex asesor vea la luz en librerías físicas y digitales continúa.
Rogelio Guevara Cantillo es especialista en comercio internacional @rogeliogc4
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