¿A quién no conviene una negociación entre el madurismo y la oposición?

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LOS PITAZOS DEL DIRECTOR


Por: César Batiz

Los comentarios se caen del árbol de los hechos en las primeras horas de la detención de Freddy Guevara, en una vía pública, y el amedrentamiento a Juan Guaidó, en el estacionamiento del edificio donde vive en el sureste de Caracas.

La pregunta que da título a esta nota parte de las declaraciones ofrecidas por Guaidó desde su lugar de residencia. Entre otros puntos pidió al madurismo indagar sobre quién ordenó la detención de Guevara y el hostigamiento en su contra. “¿Le tienen miedo al Acuerdo de Salvación Nacional?”, preguntó el líder de oposición.

Guaidó: No estoy secuestrado gracias a los vecinos

En el contexto de esos hechos tenemos la visita de la delegación de la Unión Europea que vino a indagar si existen condiciones para una verdadera observación electoral en el proceso que conducirá a la elección del 21 de noviembre. 

Por otra parte, en Cuba, principal aliado del chavismo-madurismo, el gobierno de Díaz-Canel enfrenta las manifestaciones de una población cansada del hambre y que sufre las consecuencias del aumento de los casos de coronavirus (¿Será que las vacunas cubanas no funcionan en La Habana?).

Que ocurra esa detención y el hostigamiento en medio de una visita de observación internacional no resulta una novedad. Algo más grave pasó cuando el senador demócrata de EE. UU., Bob Borker, vino a hablar con oficialismo y oposición con miras a colaborar en el levantamiento de las sanciones. Entonces, según confirma ahora, en una segunda versión, el fiscal general de la República designado por Maduro, Tarek William Saab, funcionarios del Sebin asesinaron al concejal de Primero Justicia, Fernando Albán.

Sobre las negociaciones, diversos analistas apuntan a que Maduro y su gestión requieren lograr acuerdos para recuperar la legitimidad perdida en mayo de 2018, cuando fue reelecto Presidente de la República, en un proceso cuestionado internacionalmente.

No alcanzar una negociación que le permita acceder a fondos públicos y privados internacionales, que le facilite relaciones con otros presidentes, más allá de quienes presiden Rusia, China, Cuba, Turquía o Irán, es exponerse a que su mandato se deteriore aún más, que sea más costoso mantenerlo en el poder que sustituirlo por un miembro de la élite chavista-madurista o, por fin, en una elección que realmente pacifique al país y nos devuelva la confianza extraviada.

Por eso resulta difícil pensar que Maduro sea uno de esos líderes del oficialismo a quien no conviene una negociación con la oposición. No obstante, los hechos que han ocurrido en Cuba este fin de semana dejan la puerta abierta a que los acontecimientos de Caracas apunten a demostrar a EE. UU. que pueden alterar la tranquilidad en bloque. Que lo que pase en La Habana repercute en Caracas y viceversa.

Sin embargo, queda la posibilidad de que la detención de Guevara sea una manera de llevar las negociaciones a planos circunstanciales más favorables para el oficialismo. Recordemos que Guevara fue uno de los primeros que mostró con claridad que se había abierto la puerta de la negociación, al referir sus conversaciones con el dirigente madurista Francisco Torrealba. Este lunes, antes de ser bajado de su vehículo, dijo que seguía creyendo en la necesidad del diálogo, la misma ruta que apoyan la administración de Joe Biden y la Unión Europea.

Ahora, con Guevara y Roland Carreño presos, el oficialismo tiene a dos rehenes para cambiarlos en posibles negociaciones. Pero también son dos fichas para presionar a Voluntad Popular a bailar el ritmo del madurismo.

Una fuente de la oposición, quien prefirió resguardar su identidad, afirmó a El Pitazo la semana pasada que facciones de Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática estaban en conversaciones para participar en las elecciones regionales y locales del 21 de noviembre; no así Voluntad Popular. ¿Será la detención de Freddy Guevara una forma de obligar a Voluntad Popular a ir a la fiesta electoral? 

“Se están moviendo varios escenarios al mismo tiempo. Lo extraño es que todo esto ocurra a la luz de la visita de la delegación de la Unión Europea que se encuentra en el país evaluando si envía una comisión de veedores para las regionales. Ir contra cualquier dirigente en este momento es la mejor demostración de que el chavismo vuelve a configurar un escenario electoral a su medida”, afirmó ese mismo informante tras los sucesos de este 12 de julio, que ponen nuevamente a Freddy Guevara en el ojo judicial. 

Otra alternativa es que realmente la negociación no conviene a nadie en el oficialismo, desde el madurismo hasta el último diputado, y que los anuncios de mesa de negociación en México con mediación de Noruega, no fueran más que cantos de sirenas para ganar tiempo.

Tras abordar las hipótesis anteriores queda también la posibilidad de que la detención de Guevara y el amedrentamiento contra Guaidó sea el resultado de la decisión de un sector del oficialismo y que ni siquiera se haya consultado con Maduro, Cilia Flores y los hermanos Rodríguez, lo cual dejaría abierto el escenario de una soterrada lucha interna de la que no tenemos mayor información gracias a la disciplina cívico-militar del Psuv, y al convencimiento de que se necesitan juntos para que todos sigan en el poder. 

En definitiva tendremos que esperar y observar con detenimiento, para descubrir a quién no conviene una negociación entre el madurismo y la oposición, pues tenemos muchas hipótesis abiertas alrededor de los hechos. 


CÉSAR BATIZ | @CBatiz

Periodista egresado de la Universidad del Zulia, especializado en Periodismo de Investigación. Director de El Pitazo.