Santa Bárbara de Zulia.- La casa donde residen sacerdotes y seminaristas en la parroquia San Carlos Borromeo, en el municipio Colón del estado Zulia, se convirtió en un espacio donde son atendidos pacientes sintomáticos con sospecha de haber contraído el COVID-19. Allí dos médicos los diagnostican para evitar que se agrave su condición de salud.
Marcos Molina, párroco de la catedral ubicada en la capital del municipio Colón, asegura que se trata de una tarea de índole preventiva para atender a los pacientes y con ello evitar que se agrave su cuadro respiratorio y en consecuencia colapsen el hospital de Santa Bárbara, que es la instancia centinela del Sur del Lago de Maracaibo, donde hay 60 pacientes con afecciones asociadas a la pandemia.
En la casa cural ubicada frente a la plaza Bolívar de San Carlos y justo al lado del oratorio del catolicismo, han acudido, hasta la tarde de este 20 de enero, un total de 62 pacientes.
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Los médicos Edgardo Boscán y María Valero se encargan de valorar a los enfermos y luego, de ser necesario, los remiten a dos médicos internistas, un laboratorio y un servicio de radiografías, emitidos con gratuidad ante la urgencia, según sea cada caso.
El dinero para costear estos chequeos proviene de una recaudación de 14.600 dólares americanos, que efectuaron los gremios de la sociedad civil del municipio en el Sur del Lago en la radio maratón Unidos por La Vida, efectuada el pasado 15 de enero en la avenida Bolívar de Santa Bárbara.
Eleany Canquiz, miembro del voluntariado Hermandad Colonesa, detalla que atendieron a 52 pacientes recluidos en el hospital centinela, con medicamentos y material descartable, cuyas donaciones humanitarias aportaron los ciudadanos de esa jurisdicción zuliana.
«Queremos, en primer lugar, atender a los pacientes críticos del hospital y hasta donde alcancen los recursos. De hecho, se adquieren en Colombia medicamentos de alto costo. Se invierten 10 millones en pesos colombianos y 3.500 dólares en esta primera fase», explicó Canquiz, quien integra el grupo humanitario. «No podemos seguir viendo cómo los pacientes mueren y otros padecen porque no tienen los recursos para comprar los medicamentos. Tenemos muchas necesidades», advirtió.
En la segunda fase del plan de atención social está la valoración preventiva a quienes padecen síntomas de la enfermedad declarada pandemia. «Si los pacientes llegan a la casa cural de San Carlos, se les da respuesta. Con ello evitamos el colapso del único hospital donde la situación es desgarradora ante tanta necesidad y el personal no tiene todo lo necesario”, remarcó Canquiz.
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Ángel Urdaneta, miembro del equipo promotor y comerciante en la zona, pormenoriza que compraron dos bombonas de oxígeno para colocarlas en la ambulancia del cuerpo de bomberos del municipio Colón.
«Con este oxígeno pueden trasladar a los pacientes a tomar radiografías o exámenes. Es necesario tratar de atender las áreas con más deficiencias», detalló Urdaneta, quien añadió que evalúan reparar dos ambulancias y de ser factible comprar un electrocardiógrafo.
Un lote de medicamentos como meropenem, enaxopirina, ivermectina, budesonida; cefepime, clexane; citicolina, entre otros, son adquiridos en la subregión Sur del Lago y en Cúcuta, en el departamento Norte de Santander en Colombia, para tratar a los pacientes críticos y en atención hospitalaria. Algunas dosis de antivirales también se adquirieron, que son las de más alto valor, refierió Urdaneta.
