Maracaibo.- La reliquia del cuarto beato de Venezuela, el doctor José Gregorio Hernández, llegó a las 7:45 am de este domingo 9 de mayo a la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo.
Monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, trasladó la reliquia y en la entrada del templo se la entregó a un grupo de cinco médicos vestidos con batas blancas, quienes se encargaron de introducir la reliquia hasta el altar de la iglesia.
Monseñor Azuaje y el párroco de la Basílica, el padre Nedward Andrade tomaron la reliquia y la presentaron a una imagen de José Gregorio Hernández y luego la subieron hasta el nicho donde se encuentra la Chinita.
El arzobispo fue el encargado de celebrar la misa, en cuya homilía aseguró que hay médicos obrando y logrando resultados extraordinarios gracias a la intercepción de José Gregorio Hernández.
«Esta vez, José Gregorio vino para quedarse. La reliquia es un trozo de hueso de la clavícula del beato», dijo Azuaje.
Instó a los fieles a pedir a Dios y a la Virgen por el fin de la pandemia del COVID-19 y la llegada de las vacunas a Venezuela: «Pidamos el fin de la pandemia como primera petición y que también podamos tener el derecho de tener las vacunas necesarias para la salud de las personas».
Solicitó a la feligresía y a los médicos confiar en Dios como lo hizo José Gregorio Hernández, quien conjugó la oración con la buena práctica médica.
«Permaneció en el amor de Dios, porque lo amó y supo expresarlo religiosamente, pero también lo supo practicar en su vida personal y profesional, con la oración, las buenas prácticas médicas y la caridad (…). Solo amo y sirvió, algo tan natural como él, pero lo hacía centrado en su prójimo a quien servía con amor», resaltó el arzobispo.
A las madres les dijo: «Ustedes queridas madres son santas. Cómo no van a ser santas las que en su vientre llevan vida; cómo no van a ser santas las que soportan el sufrimiento de sus hijos e hijas al ver truncado sus futuros; cómo no van a ser santas al desgastarse por el sustento diario de sus familias. No se sientan minimizadas ni desamparadas, porque el amor de Dios está con ustedes y ahora tienen cerca a José Gregorio».
Al finalizar la misa, la reliquia inició un recorrido en el María Móvil por los diferentes hospitales de Maracaibo y San Francisco, que inició por el Hospital Chiquinquirá, ubicado al lado de la Basílica, e incluye el Hospital Universitario de Maracaibo, el Hospital General del Sur, el Hospital Noriega Trigo y algunos Centros de Diagnóstico Integral.
La reliquia del beato reposará en el Iglesia San José, ubicada en la calle 5 de Julio, hasta que se inaugure un santuario en el que estará permanentemente para su veneración, que está previsto se haga el 26 de octubre, fecha del nacimiento de José Gregorio Hernández, adelantó el viernes 7 el arzobispo.
Monseñor Azuaje informó que los templos permanecerán cerrados ante el aumento de los casos de coronavirus en el estado Zulia. Pidió a los fieles comprensión.
El cardiólogo César Perozo, quien tomó la reliquia por parte del grupo de médicos, dijo que fue una bendición traer al patrón de salud del pueblo venezolano: «Con tantas necesidades de salud que tenemos en toda Venezuela, esto es un rayo de esperanza, una luz que nos ilumina».
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