Las pistas clandestinas se ubican en los municipios Jesús María Semprum y Catatumbo | Foto: cortesía GN
San Carlos de Zulia.- De acuerdo con las evidencias mostradas por la Guardia Nacional, en la frontera con Colombia se consumaría el transporte aéreo de un cargamento de droga; sin embargo, la operación de los carteles del narcotráfico se vio impedida. En menos de 24 horas, 6,6 kilómetros de pistas clandestinas fueron localizadas y destruidas por componentes militares en suelo venezolano.
En una nota firmada por la Guardia Nacional y emitida el martes 26 de enero, se especifica la medición de las pistas ubicadas en la subregión Sur del Lago de Maracaibo. Dos de las vías que fueron inutilizadas tenían una extensión de 2,1 kilómetros cada una y otra, una longitud de 2,5 kilómetros de largo. La anchura de las tres vías o pistas de aterrizaje oscila entre los 25 y 30 metros.
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Según lo dicho por el general a cargo de la zona 11 de la Guardia Nacional, en el estado Zulia, Fermín Ulisses, los funcionarios a cargo de la operación localizaron 60 envases con 12.000 litros de combustible Jet-A1, así como un tractor y un camión de carga F-350.
Quienes participaban en la operación clandestina transportaron en el camión descubierto cierta cantidad de arena hacia las tres zonas inhóspitas entre los municipios Catatumbo y Jesús María Semprum. Luego, se presume que con el tractor un operador aplanaba las pistas arenosas donde descenderían las aeronaves. En el hecho no hubo detenciones y los implementos fueron incinerados, según consta en el parte elaborado por las autoridades.
«Los funcionarios efectuaron patrullaje de búsqueda, escudriñamiento, reconocimiento, vigilancia, monitoreo y procesamiento de información obtenida mediante labores de inteligencia», citan los funcionarios castrenses sin saber hasta ahora las rutas o precisión de qué tipo de narcóticos estaban a punto de negociar los carteles.
Los oficiales de la Unidad Uria, comandos rurales 110 y 119 y del Destacamento 116 fueron los actuantes. Solo precisan que una de las pistas estaba aledaña a la comunidad indígena barí de Arutaa Takae, o Campo Rosario, en su traducción al castellano. También señalan que los procedimientos fueron notificados al Ministerio Público.
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