Iván de Jesús Soto dejó su trabajo de obrero en una finca de Machiques, en el estado Zulia, para vender leña. La escasez de gas doméstico en el municipio fronterizo le hace ganar más dinero que el que recibía en la hacienda y garantiza la alimentación de su familia.
“Al ver que el sueldo no me alcanzaba para sobrevivir decidí trabajar por mi cuenta y vender leña como una alternativa, generar mis propios ingresos y poder alimentar a mis cuatros hijos y mi esposa”, aseguró el leñador de 38 años, quien tiene un año con vendedor.
Iván sale a las 6:00 am de su casa todos los días. Camina una hora hasta llegar a una zona boscosa en las fincas que están en la Sierra de Perijá para cortar las ramas de los árboles, que luego venderá como leña o «cocinas socialistas», frase irónica que usan los habitantes de Machiques para referirse a los palos que queman para cocinar.
“Mi compañero y yo, con la carreta, caminamos una hora para cortar la leña, la ordenamos, la amarramos con una cabuya y vendemos 25 palos por 300.000 bolívares», contó Iván.
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Las ventas de leña proliferaron en Machiques desde hace un año, cuando se agudizó la escasez de gas doméstico. «Hay muchas ventas. En este negocio se sufre mucho, pero vale la pena”.
Iván vende a diario unos 6 paquetes con 25 palos, que le dejan al final del día una ganancia de 1.800.000 y a la semana al menos 9.000.000 de bolívares.
El padre de familia comentó que a falta de un empleo con un salario que pueda al menos cubrir los gastos alimenticios, muchas familias optan por vender leña como una solución y así llevar el pan diario a su casa.
Iván relató que hay quienes venden leña para ganar dinero extra a sus empleos. “Todos los días nos encontramos más personas con sus carretas que también sobreviven con la venta de leña, que se ha convertido en un buen negocio en estos tiempos de escasez de gas doméstico”.
