La avería fue reportada en el embalse Burro Negro de Lagunillas y afecta a 4 municipios. Foto: cortesía
Cabimas.- Al menos 200 mil habitantes de cuatro municipios de la Costa Oriental del Lago, en el estado Zulia, quedaron sin agua desde el 28 de septiembre por la avería de un motor que fue reportada por las autoridades. El daño de equipo causó la paralización del servicio a Cabimas, Lagunillas, Simón Bolívar y Santa Rita.
Liseth Sarcos, representante de la comisión del agua de la Alcaldía de Cabimas, confirmó la paralización del bombeo para los cuatro municipios debido al daño en uno de los motores. Aunque no precisó las causas de la falla.
Sarcos aseguró a un medio local el 3 de octubre que había llegado el motor para la sustitución del equipo dañado. Aclaró que fue traslado desde Valencia, estado Carabobo, pero requería adecuaciones antes de ser instalado y se espera que el 10 octubre.
Esta suspensión del suministro de agua surge después de que el gobernador del Zulia, Omar Prieto, informara en su programa Omar a las 7 el 22 de septiembre que se trabajaba en la sustitución de motores y bombas en el embalse de Burro Negro, ubicado en Lagunillas.
Prieto precisó en el programa que los equipos tenían al menos 40 años de antigüedad y tenía previsto culminar estas labores durante la segunda semana de octubre en rm embalse. Los habituales aseguran que utilizan agua de lluvia para limpiar o comprar camiones de agua.
La sustitución de los equipos fue realizada con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La información fue confirmada el 30 de septiembre en su cuenta de Twitter.
“Desde principios de año UNICEF, en coordinación con autoridades, ha apoyado la rehabilitación de 2 plantas potabilizadoras de agua en el estado Zulia, Wüimpala y Burro Negro, para que más de un millón de personas puedan acceder a agua potable”, publicó Unicef en sus redes sociales.
Aunque los alcaldes de Cabimas y Lagunillas aseguran que iniciaron con un plan de contigencia para centros de salud y sectores priorizado, pero los habitantes mantienen sus reclamos.
«Compré un camión de agua en 30 dólares y cada pipa cuesta 2 dólares, nadie llega a preguntar cómo hacemos sino a prometer que van a restablecer el servicio», dice Rolimar Núnez, de Punta Gorda, parroquia de Cabimas.
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