Lagunillas.- Habitantes de sectores de Ciudad Ojeda, en el estado Zulia, reportan intermitencia en la distribución de agua desde enero. Hay zonas que tienen fallas con el suministro por tuberías desde hace más 130 días y no han sido beneficiados con un plan de coyuntura por las autoridades locales para atender la situación.
Desiree Barboza, diputada de la Asamblea Nacional, denunció que en Lagunillas, el segundo municipio con más habitantes de la Costa Oriental del Lago, la gente sufre por la falta de agua y no puede cumplir con una de las medidas de prevención de la enfermedad por coronavirus, entre ellas lavarse las manos.
“¿Cómo se lavan las manos cuando no hay agua? En Tamare tienen 136 días sin agua; en Nueva Lagunillas, Campo Mío, barrio Libertad, en el barrio Simón Bolívar II y muchos otros sectores no reciben agua desde hace meses y en algunos casos desde hace un año o más”, denunció la diputada.
En algunos sectores de Ciudad Ojeda llegó agua entre la noche del 22 de abril y este 23 de abril, pero los vecinos denunciaron que no era apta para el consumo. “No solo está marrón por la tierra, sino que también huele mal. Está muy turbia”, fue uno de los tantos señalamientos en redes sociales.
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“Hay que seguir comprando botellones de agua porque llegó turbia y no se puede usar para cocinar o bañarse. Prefiero comprar agua potable para evitar enfermedades en la piel”, denunció Luis Gómez, habitante de la parroquia Alonso de Ojeda.
El gobernador del estado, Omar Prieto, durante una visita a Lagunillas este 22 de abril, fijó el precio de la pipa en 30.000 bolívares y la carga de agua de un camión cisterna quedó en 1 millón 500.000 bolívares después de que un grupo de vecinos denunciaron que cada pipa de agua costaba 150.000 bolívares y la carga de la cisterna se paga en dólares.
Aunque algunos habitantes de Ciudad Ojeda también reportaron que las autoridades no han cumplido con el plan coyuntural para beneficiar a sectores críticos con la falla de agua, «el alcalde, Leónidas González, prometió enviar camiones cisterna a las comunidades, pero aún estamos esperando», explicó Amelis Morales, ama de casa.
