Comer proteínas en el municipio Guajira del estado Zulia se ha vuelto un lujo para los consumidores de la región; el alto costo impide a los padres de familia consumir carne, pollo, queso, mortadela y leche. El precio del kilo de carne pasó de 700.000 bolívares a 1.000.000 de bolívares; el costo del queso oscila entre 1.000.000 de bolívares a 1.100.000 bolívares; la mortadela, de 700.000 bolívares a 1.400.000 bolívares; y el valor de un kilo de leche supera los 2.000.000 de bolívares.
Esta situación obliga a miles de padres de familia a tener que reinventarse para suplantar las proteínas en sus hogares. Unos optan por hacer arroz con cubito para poder ofrecerles a sus hijos, porque no tienen la manera de comprar carne; y otros comen una vez al día.
Este lunes 29 de junio, padres de familia en la Guajira aseguraron a El Pitazo que esta situación ha generado estrés en sus hogares porque se encuentran atados ante la falta de alimentos y proteínas.
Delainis González, habitante de la población de Paraguaipoa, manifestó que un kilo de queso en su hogar dura ocho días y ha disminuido la cantidad de comida durante la cuarentena social.
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“En mi casa, el queso que antes lo consumíamos en tres días debe durar ocho días; la situación está difícil, ahora el kilo de queso supera un millón de bolívares; la carne igual y la mortadela, un millón cuatrocientos mil. Esta situación nos agobia como padres de familia”.
Por su parte, Tegdy Guerrero, habitante de la Guajira, señaló que desde hace un año la alcaldía de la región no ha hecho una jornada de proteínas en las comunidades más vulnerables.
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“Por parte de la alcaldía no hemos visto una solución. En Sinamaica, acá en Paraguaipoa, tenemos más un año sin recibir el beneficio. Aquí no hay un control de precios en los establecimiento porque este pueblo no tiene doliente”.
Esta misma situación se vive en Alta Guajira y Elías Sánchez Rubio. Sus habitantes hacen el llamado a las autoridades competentes para regular los precios de las proteínas en los comercios de la localidad.
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