San Felipe.- En desacuerdo están pasajeros y transportistas de la capital yaracuyana tras conocer el valor que tendrá el pasaje urbano a partir del lunes 2 de diciembre, dentro del casco central y en zonas rurales.
Funcionarios de la Alcaldía del municipio San Felipe acordaron -en mesa de trabajo en la que participaron representantes de las distintas cooperativas de transporte urbano- ajustar en 60 % y 50 % el valor de este servicio. No se tomaron en cuenta los desacuerdos entre transportistas y usuarios: los primeros manifiestan que el incremento no se ajusta a la realidad económica del país, mientras que los pasajeros reprochan el aumento excesivo en el servicio.
La tarifa que estaba fijada en Bs. 1.000 para autobuses, vans y microbuses y en Bs. 1.500 para carritos por puestos pasarán a costar Bs. 1.800 y Bs. 2.000, respectivamente, montos que son aplicables solo en las rutas urbanas que hacen vida dentro del casco central del municipio San Felipe. Para las zonas rurales, el pasaje se ajustó en Bs. 3.000 en bucetas y Bs. 3.500 en carritos por puesto.
La información, que fue notificada la mañana de este jueves 28 de noviembre por el concejal Roberto Casares, no fue recibida con agrado ni por transportistas ni por los pasajeros, ya que ambos consideran que el ajuste no cubre sus expectativas económicas.
En el caso de los pasajeros, Mirella Guzmán dijo que el nuevo precio no la favorece, ya que si antes no le alcanzaba lo que ganaba en una quincena para pagar el pasaje urbano en Bs. 1.000, con el aumento se verá obligada a renunciar a su puesto de trabajo y buscar otra forma de ganarse la vida. «Quincenalmente gasto Bs. 144.000, de lunes a viernes, en pasaje urbano; con este nuevo aumento tendré que dejar de comer arroz con lenteja para costearlo».
Sandra de Arias, pasajera, criticó al gobierno municipal por haber aprobado el aumento del pasaje urbano. «Ni los bonos nos van a alcanzar para cubrir las necesidades que tenemos la mayoría de los habitantes de San Felipe en relación con el servicio de transporte público: uno, porque no hay dinero en efectivo y, segundo, porque nuestros ‘pírricos’ sueldos no nos lo permite», dijo.
Los pasajeros Mario Víez y Rodrigo Nieto comentaron que muchos serán los sanfelipeños que desempolvarán sus bicicletas, mientras que otros comenzarán a caminar para llegar a sus puestos de trabajo.
«La solución al problema de apatía por parte de transportistas de querer habilitar nuevamente las rutas de transporte público no se arregla con aumentos en las tarifas, sino con un buen plan económico que permita favorecer al sector transportista y público en general», manifestó Rodrigo Nieto.
En conversaciones con varios transportistas, El Pitazo pudo apreciar que más de 70 % de los transportistas consultados consideran que el aumento del pasaje urbano fue poco.
Víctor Manriquez, chofer, señaló que la nueva tarifa para el cobro del pasaje urbano no alcanza ni para comprar una caja de fósforos.
Opinión parecida dio el conductor Damián Silva al comentar que la unidad de pan tipo campesino vale Bs. 15.000, por lo que el transportista debe hacer varias carreras para llevar un pan para su casa.
Otros conductores sostuvieron que el valor para el pasaje urbano debe ser de Bs. 20.000, como lo proponen representantes de las asociaciones y cooperativas de transporte público a escala nacional, a fin de que los choferes y sus familias puedan subsistir.
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