Cabimas.- “Tenemos salarios de hambre”, dijeron los trabajadores de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) durante una protesta que convocaron en Cabimas, estado Zulia, este jueves, 25 de abril, para exigir el cumplimiento de sus beneficios contractuales.
Los empleados de las áreas operativas de Talleres Centrales La Salina, donde está situada una isla artificial para almacenar crudo, estaban frente a un club deportivo para exigir a la dirigencia de Pdvsa Occidente información sobre las bolsas de alimentos que les entregan “cuando quieren”, explicó Julio Sánchez, representante sindical.
Incluso, se han cuestionado su permanencia en la estatal petrolera venezolana, puesto que un trabajador promedio, en el esquema de cinco días por dos, solo gana 3.400 bolívares semanales, además de lo asignado en la Tarjeta Electrónica de Alimentación (TEA), que alcanza los 3.500 bolívares cada mes.
Eliécer Alvino tiene 35 años y trabaja en La Salina. Explicó que para mantener a sus hijos ha vendido muchos de sus electrodomésticos para comprar alimentos y costear gastos de su familia.
Ya la situación económica que atraviesan comienza a desesperarlos. Por ello, sus hijos solo asisten a clases tres veces a la semana, porque el dinero escasea y no tienen para comprar la merienda, refirió Alvino.
Sin seguridad ni alimentación
Los empleados también denunciaron que no tienen implementos de seguridad para cumplir con su jornada laboral, no hay farmacia que les entregue los medicamentos y en la clínica no hay suministros, por lo que son remitidos a otros centros asistenciales.
En el caso de las bolsas de alimentos, el sindicalista aseguró que en las instalaciones del club deportivo había más de 5.000 kilos de pollo que aún no habían sido entregados a los trabajadores, por lo que pidió respuesta a los directivos.
Por su parte, el secretario de Trabajo y Reclamo, Darwin Gómez, explicó que no están paralizando la industria, de lo cual los han acusado en varias oportunidades, sino reclamando por sus derechos constitucionales y contractuales. “No pedimos nada que no nos corresponda por nuestro trabajo”, aseguró.
Había más de 100 trabajadores esperando que les entregaran los alimentos o fijaran una fecha. Muchos de ellos recordaban los tiempos de bonanza de los trabajadores de Pdvsa. “Éramos los mejores pagados y nadie se quejaba de su sueldo. Teníamos muchos beneficios, no solo para nosotros, sino para nuestras familias también. Ahora damos pena, no tenemos nada”, y en esto coincidieron varios.
Esta web usa cookies.