Petroleros jubilados de Paraguaná exigen los beneficios que les han quitado

Punta Cardón.- Desde primeras horas de este miércoles 6 de noviembre, los jubilados del Centro Refinador de Paraguaná, apoyados por un pequeño grupo de trabajadores activos, hicieron dos caminatas hasta los edificios administrativos de las refinerías Amuay y Cardón para exigir todos los beneficios que les han quitado.

El secretario del Sindicato de Trabajadores del Mar de Pdvsa, Jorge Boscán, hizo el llamado a los trabajadores activos para que se sumen a las protestas que han sido programadas por los jubilados y los sindicatos para exigir al presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo, que sean tomadas en cuenta las peticiones de los trabajadores y jubilados.

«Él es quien imparte las líneas a sus trabajadores. Más de 260 compañeros y trabajadores de todo el país han fallecido esperando la atención clínica. Se debe entender que la salud no es un juego», aseveró Boscán.

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Jesús Irausquín es jubilado y decidió sumarse a la protesta para exigir la activación del Sicoprosa, el servicio funerario, el pago de pensiones e intereses atrasados, que se vea el dinero que han ahorrado como prestaciones sociales, que les sea depositada la TEA los primeros días de cada mes y que los jubilados gocen de los beneficios de jornadas que tienen los activos.

«Ese dinero es nuestro, no es de Pdvsa, que les quede muy claro, porque se quieren adueñar de nuestro dinero», manifestó Irausquín.

Omar Pestani, trabajador activo, contó que desde hace varios meses no los quieren atender en las clínicas, porque Pdvsa tiene una gran deuda a través del seguro Sicoprosa. «Tampoco tenemos servicio funerario y me he unido a esta lucha en solidaridad y apoyo a mis compañeros para solicitar y hacer un llamado de atención a nuestros compañeros activos, ya que este problema no es solo de los jubilados sino también de los trabajadores activos, porque cuando seamos jubilados vamos a pasar por la misma situación», expresó.

A la protesta en las puertas del edificio administrativo de refinería Cardón, donde los presentes gritaban: «Trabajadores unidos jamás serán vencidos», salió un delegado del CRP para pedir a los protestantes que se organizaran en una delegación de cinco personas para que pasaran a hablar con los encargados de la atención a los jubilados; sin embargo, se negaron y exigieron que fueran ellos los que salieran para que todos escucharan lo que tenían que decir, ya que siempre que hacen protestas sucede lo mismo y no resuelven nada.