Santa Bárbara de Zulia.– «Que hagan lo que tengan que hacer, pero que lo metan preso de por vida», con esta frase, familiares y amigos de Martha Campos, arrollada por un hombre ebrio en el municipio Colón, pidieron a los funcionarios de los tribunales en esa población que el deceso de la joven madre no quede impune.
Había ira, dolor y sed de justicia, la misma palabra que se lee en el edificio donde debe tomar cartas un juez de control que depende del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia. En manos de dichos juristas pesa el destino de Franco Montero Soto, el hombre que colisionó y aplastó a Martha, a una cuadra de su casa en el sector Andrés Eloy Blanco, el domingo 17 de noviembre.
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A pleno sol, los manifestantes mostraban pancartas. Las vecinas de la víctima gritaban «justicia, justicia», junto a los trabajadores de la Alcaldía de Colón, donde Martha laboró como cajera en el área de procesamiento de impuestos municipales.
El esposo de la funcionaria pública, César Molina, también estaba presente. En medio de su profundo dolor abogó porque quienes administran el sistema de justicia se conduelan por la pena de su familia desmembrada, como consecuencia de los actos de un conductor que manejó bajo los efectos del alcohol y ocasionó una desgracia.
En ese accidente, su hijo de siete años también pudo haber sido víctima del atropello, aunque Martha Campos, madre del pequeño, logró salvarlo cuando lo empujó a un desagüe, de acuerdo con vecinos de la comunidad donde ocurrió el fatídico accidente.
Por el hecho, el conductor que la mató está en custodia de la PNB. Esperan que durante su presentación sea imputado por el delito de homicidio, además de infringir las leyes en materia de tránsito.
