Punto Fijo.- Para recargar las bombonas de gas doméstico, los habitantes de los tres municipios de Paraguaná pernoctan en cola en las instalaciones de la Zona Franca e Industrias de la mencionada zona, en Punto Fijo, donde llega un camión todos los días para llevarse los cilindros a la planta y entregarlos al día siguiente.
Desde las 6:00 pm llegan personas de todas las comunidades y pueblos de Paraguaná a pasar la noche en el lugar y así poder adquirir el gas al día siguiente. Anteriormente les recibían dos bombonas, pero ahora solo es una por familia, situación con la que no está de acuerdo la mayoría.
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Aron Rangel, habitante de Punta Cardón, amaneció en la cola este jueves, 5 de marzo. Solo compró una bombona de las pequeñas, por la que le cobraron 55.000 bolívares. “Es la segunda vez que vengo. Menos mal que tenía plata en la tarjeta, porque la bombona pequeña pasó de 20.000 a 55.000, y eso que es gas comunal”, dijo.
Llegó a las 6:00 pm a la cola porque más tarde no hay transporte público y además prefiere pasar la noche en el lugar que irse tarde para pasar el día siguiente en una cola. “Aquí llega gente de todos lados, y si uno quiere salir temprano y tener su gas, tiene que venir a dormir; de lo contrario, pasa el día aquí y no hay garantía de que te reciban la bombona, porque a veces no las reciben todas”, expresó.
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Rangel no recordó cuando fue la última vez que vendieron gas en su comunidad, por lo que le ha tocado salir a buscarlo donde lo vendan. “Ya teníamos tiempo cocinando con leña en la casa y preguntando conseguimos este chance que según es solo para los trabajadores de la Zona Franca, pero nosotros igual nos metemos en la cola”, dijo.
En el lugar, repleto de personas debidamente ordenadas para dejar su bombona, estaba Jesús Garcés, un señor de 74 años con una sonda conectada. Acudió con su esposa, Wilmar Arcaya, desde el sector Universitario, donde tienen tres meses sin gas.
“Llegamos a las dos de la madrugada; un vecino nos trajo. Mi esposa compró la bombona suya y yo compré la de la casa. Todo sea por tener gas y que esta mujer deje de cocinar con leña. Estoy muy triste. Soy un hombre enfermo, con una sonda desde hace seis años, y tengo que andar en estas colas para poder resolver un problema que debe resolver el Estado”, lamentó.
Recordó que en Paraguaná estaban las refinerías más grandes del mundo y que nunca había pasado tanto trabajo en su vida como en los últimos años. “Allá ya cumplimos cuatro meses sin agua, tenemos tres meses sin gas y la pensión no alcanza para nada. Nos estamos muriendo de hambre y enfermos”, afirmó.
Los presentes en la cola se quejaron por el constante cambio de precios de las recargas de las bombonas. Afirman, además, que el alza no es un porcentaje, sino que el precio se dobla o triplica. “Ya no se puede. Tengan compasión de nosotros, que nos estamos muriendo de hambre”, dijo Amílcar Bello, habitante de Creolandia, municipio Los Taques, mientras se puso las manos en la cabeza al conocer el nuevo precio del producto.
Los empleados de Gasfalcón tienen punto de venta y la bombona se cotiza en 55.000 bolívares la de 10 kilos, 110.000 la de 18 kilos y 245.000 la de 45 kilos.
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