En Barquisimeto, solo 84 unidades de transporte público están autorizadas para trabajar las semanas de cuarentena restringida, según cifras del Sindicato Bolivariano del Transporte, Similares y Conexos del estado Lara. El número de autobuses que circulan durante las semanas de flexibilización es incierto debido a la escasez de gasolina, diésel y gas que afecta a 12.000 transportistas, explica el presidente del sindicato, Víctor Reyes.
En Yaracuy, miembros de cooperativas de transporte privado señalan que en la actualidad la mayoría de los vehículos que prestan el servicio están inoperativos por falta de cauchos, baterías, motor o repuestos.
Usuarios que declararon a El Pitazo dicen que cada día se hace más cuesta arriba tomar un carrito por puesto o autobús. «Pasamos hasta hora y media esperando el transporte público y como no llega, la única opción que tenemos es la de caminar», expresó Gustavo Silva.
En Falcón, el problema del transporte público es uno de los temas que más aquejan a los ciudadanos, mientras que las denuncias sobre los aumentos semanales de las tarifas sin consulta o aprobación por las cámaras municipales han derivado en que vuelvan a verse a diario a las personas caminando largos trechos.
En esta región, los transportistas señalan que una tarifa de 30.000 bolívares en una ruta suburbana es poca para el trabajo que les representa abastecerse de gasolina dos o tres veces a la semana, mientras que los restante cuatro días deben pagar a precio dolarizado o parar la unidad, lo que significa perder un día de trabajo.
Para dirigentes del sector transporte aumento del pasaje responde a “tarifas políticas” impuestas
Aglomeraciones por falta de unidades
Víctor Reyes, presidente del Sindicato Bolivariano de Transportistas en Lara, relató que el número de autobuses que circulan durante las semanas de flexibilización es incierto. De acuerdo con Reyes, la mayoría de las unidades de transporte público están paralizadas por falta de combustible. Los choferes pasan semanas en colas por 80 litros de gasolina que se acaban en la mitad de una jornada.
“Nos están equipando 10 unidades por sindicato cada 20 o 25 días. De los 12 sindicatos que hacen vida en el estado Lara, 9 nos hemos agrupado con propuestas y soluciones”, dijo Reyes, quien reclamó a las autoridades regionales por no incluir al sector en planes de suministro de combustible o crear mesas técnicas para garantizar la movilidad de la población durante la cuarentena.
Para Reyes, la poca disponibilidad de autobuses solo genera más aglomeraciones en las paradas y obliga a las personas a caminar largas distancias para salir a trabajar o hacer las compras.
“Tenemos meses solicitando a la gobernadora Carmen Meléndez y al alcalde Luis Jonás una reunión porque el Ejecutivo Nacional ha indicado que deben direccionar una, dos o tres estaciones de servicio para las unidades de transporte. Hemos designado a tres representantes para que alcen la voz por los nueve sindicatos”, agregó la fuente.
La llegada de la pandemia y las limitaciones de circulación de las rutas forzó a varios transportistas a buscar ingresos como buhoneros, vendedores de zapatos o cargando frutas y verduras desde el Mercado Mayorista de Barquisimeto.
Por su parte, en San Felipe, los fiscales asignados para que las unidades cumplan el recorrido de las rutas han renunciado, porque no hay vehículos a los cuales supervisar.
«Las rutas que prestan servicio hacia la Galería, Hospital, avenida La Patria y la Libertador dejaron de operar desde que inició la cuarentena en marzo, por lo que usuarios de esas zonas solo cuentan con las rutas de Bus-Yaracuy», dijo un fiscal de la ruta Av. Libertador-Galería que no quiso ser identificado.
Líneas interurbanas a la expectativa
El Bloque de Transportistas Interurbanos, conformado por 39 líneas de autobuses en el estado Lara que generan 3.000 empleos, espera que el 19 de octubre el Gobierno autorice traslados que no excedan los 400 kilómetros de distancia, declaró a El Pitazo el presidente de la Cooperativa Larense, José Nieto. Hasta ahora las líneas tienen permitidos recorridos de 70 kilómetros.
“El Gobierno nos ha tenido de expectativa en expectativa. Para el lunes podrían arrancar los terminales interurbanos, pero es solo un ofrecimiento verbal. Hasta ahora no hay movimientos de adecuación en los terminales de Caracas, Valencia o Maracay, solo el de Barquisimeto tiene cabinas de desinfección”, comentó.
A la par, señaló que es urgente que les otorguen prioridad en dos estaciones de servicio por ciudad debido a las dificultades que tiene el sector para abastecerse de gasolina o diésel.
Aumento de tarifas
Aún cuando en Gaceta Oficial se autenticó el pasaje en 30.000 bolívares, los transportistas que hacen la ruta Coro-La Vela aumentaron a 60.000 bolívares un viaje de 30 minutos, cerca de cuatro kilómetros, lo que para los pasajeros como Edgardo Peña, quien trabaja en el sector privado en Coro, le sea difícil pagar todos los días, por lo ha tomado la decisión de ir solo dos veces a la semana a la oficina y completar sus labores desde casa.
La mayoría del transporte público certificado ha desaparecido en Coro y La Vela, mientras que las unidades encava que utilizan gasoil como combustible, son las que hacen las rutas con más pasajeros, a riesgo de ser multadas porque no tienen permisología municipal.
Mientras tanto, el gobierno regional habilitó rutas a través de los Transfalcón, las cuales cubren algunas localidades por donde el transporte público dejó de pasar.
Aún cuando la regulación nacional que no permite los viajes solo hasta 70 kilómetros de distancia fuera del parámetro local, se han activado de manera ilegal y fuera de los espacios de la terminal terrestre en Coro, viajes a Maracaibo, Valencia y Caracas, cuyos precios oscilan entre 70 y 90 dólares hasta menos de 400 kilómetros.
Equipo de corresponsales de Occidente
Liz Gascón, Keren Torres, Lisbeth Barboza y Johana Prieto Andrade