Marrones y duras son las arepas que se entregan dentro del menú para pacientes asintomáticos por COVID-19 | Foto: Cortesía familiares
Barquisimeto.- Pasta pegada, arepas marrones y huevos simples, es parte del menú diario que ofrecen a los aislados en la Villa Bolivariana de Barquisimeto, tanto en los apartamentos donde pernoctan los venezolanos retornados, como en las dos torres acondicionadas como el centro centinela Dr. José Gregorio Hernández, según denuncian testigos oculares a El Pitazo.
El nuevo centro centinela, fue inaugurado el 2 de agosto por la gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez. En ese momento, informó a través de un pase televisivo con Nicolás Maduro, que contaban con capacidad de 450 camas para pacientes con sospecha de COVID-19 o asintomáticos.
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Quienes han logrado salir, después de durar entre 15 días hasta mes y medio, han entregado fotografías a El Pitazo del menú que reciben a diario, incluso, durante los primeros días hubo denuncias de comida en mal estado, situación que negó Carmen Meléndez.
“Son personas que están convalecientes, bien sea saliendo o empezando su enfermedad. Deberían tener un menú balanceado, nutritivo, digno, pero lo que le entregan son esos platos de pasta pegados, sin nada, a veces con caraotas. En los desayunos les dan unas arepas marrones, duras, que ni sé sabe con qué las hicieron”, dijo el esposo de una mujer que permanece internada en el centro.
Los familiares, que prefirieron mantener sus nombres en reserva, piden que les dejen entregar alimentos a sus seres queridos, porque no se han alimentado bien. La comida la preparan dentro del comedor de la Villa Bolivariana, es la misma que entregan a los venezolanos que han regresado al país y a los pacientes internados.
“Mi hermana dice que prefiere no comer, está más delgada, porque la comida sabe mal o no sabe a nada. Deberían dejar que llevemos los alimentos o permitir que nuestros familiares estén aislados en sus hogares, con todas las medidas de bioseguridad, como hacen en otros países”, explicó otra familiar.
En nota de prensa de la gobernación de Lara, del 11 de junio, César Martínez, presidente de la Fundación Social del estado Lara (Fundasel), aseguró que cada venezolano que llega es ubicado “en un apartamento digno, con todos los servicios públicos, además del respectivo desayuno, almuerzo y cena”.
Destacó que dentro de la Villa Bolivariana “se lleva un estricto control […] todos son desinfectados y deben mantener las normas de higiene y protocolización”.
Estas declaraciones son desmentidas por quienes han estado aislados.
“Me siento como si estuviera en Uribana -cárcel larense- nos seguían, nos daban arroz pegajoso, arepas tiesas, huevos simples, todo con mal aspecto y sabor”, mencionó una de las mujeres que permaneció más de 15 días en el lugar.
Declararon que se encuentran hasta 15 personas en un apartamento, sin agua, con baños sucios y permanecen encerradas, bajo llave, como si hubiesen cometido algún delito.
“Es como un depósito humano, no se enfocan en el bienestar de nadie, porque la base de una buena salud es la alimentación y el agua limpia”, expresó la hija de un hombre de tercera edad que se encuentra hospitalizado.
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