Maracaibo.- 70 familias del sector Villa Zuliana, en el estado Zulia, sobreviven en medio de alacranes, gusanos, ratas, cucarachas, moscas y malos olores. Están rodeados de cuatro vertederos de basura, no tienen agua y las autoridades no atienden las condiciones de insalubridad que hay en su comunidad.
Vecinos relataron este lunes 20 de julio que antes del 16 de marzo, cuando inició la cuarentena por el COVID-19, la Alcaldía de San Francisco envió camiones y personal para recoger la basura que estaba amontonada, pero pasados casi cuatro meses no han regresado.
“Estamos muy pendientes de que ninguno de nosotros tire basura ahí, porque sabemos que nos afectará. Para evitar eso la llevamos hasta un conteiner que está por la maternidad de San Francisco, pero a la gente de otros lados no les importa y la tiran aquí. Los alacranes que salen de ese basurero nos pican”, dice Marisol Sánchez, vecina de la zona.
En la comunidad coinciden en que este es uno de los principales problemas que padecen. “Antes nos sentábamos en el frente de las casas, pero ya no podemos porque no aguantamos la pudrición”. Con frecuencia, desconocidos también la queman y el humo afecta a los vecinos, por lo que se ven obligados a lanzarle arena al fuego para sofocar las llamas.
Los habitantes de Villa Zuliana dependen de un pozo de agua, cuya dueña pone al servicio de la comunidad y les dona el agua para que puedan llevar a sus casas.
Para esto, no solo los adultos y ancianos, sino también los niños, deben caminar con los envases y regresar con la carga a pie hasta sus casas.
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“Gracias a Dios, la vecina regala el agua y resolvemos algo. Aquí hay tres tomas, pero no llega agua desde hace tres meses. Si dependiéramos de eso, esto fuera un desierto y nosotros camellos. Hubo un tiempo que buscábamos agua en un pulilavado y era muy salada y daba picazón, pero así la tomábamos porque no había más”, detalla Norelys Rodríguez.
Satisfacer esta necesidad ha comprometido la salud de algunos vecinos que no solo se exponen a la mala calidad del agua que les causa vómitos y diarreas -principalmente a los niños-, sino también a hernias, dolores lumbares y de cabeza. “Cargando agua sufrí una inflamación en el útero”, afirma otra vecina.
Quienes habitan el sector, cuyos terrenos fueron invadidos hace casi cinco años, viven del día a día. Explican que la tasa de desempleo es alta y que en la mayoría de los hogares solo comen una vez al día.
“Le damos prioridad a los niños, así nos quitemos nosotros el bocado de la boca. Aquí comemos arroz con mantequilla, arroz con verduritas o arroz con cuerito de pollo o manteca para que tenga un saborcito. A veces, hacemos la única comida del día en la noche para no acostarnos vacíos, pero otras veces los adultos pasamos en blanco”, dice Yasmery Gil. Las bolsas o cajas de los Clap no llegan desde hace cinco meses.
En Villa Zuliana no hay red de cloacas, los vecinos usan pozo séptico. Cuentan que hay un proyecto para la construcción de viviendas por parte de la Gran Misión Vivienda desde 2017, pero no se ha concretado.
Las únicas fuentes de información que tiene la comunidad son lo que ven en televisión y lo que comparten boca a boca los vecinos que tienen los únicos seis teléfonos inteligentes en el sector.
Con información de Francisco Rincón
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