Los familiares piden justicia. Foto: Irene Revilla.
Punto Fijo.- Los familiares de los 17 balseros desaparecidos que zarparon el 17 de marzo de 2020 en una pequeña embarcación desde Tiraya para ingresar ilegalmente a Aruba, con el fin de huir de la crisis venezolana, se concentraron en la sede del Ministerio Público en Punto Fijo, estado Falcón. La manifestación se realizó este lunes, 1 de febrero, para repudiar que se haya dejado en libertad a dos hombres que eran investigados por el hecho.
Los familiares denunciaron que no les avisaron que el 29 se iba a celebrar una audiencia. Luego de haberse realizado, dejaron libres a dos involucrados. Este lunes, el Ministerio Público les aclaró que estos dos detenidos también eran víctimas porque se comprobó que habían dado objetos de valor para pagar el viaje. «Nosotros tenemos que saber lo que se hace en esas audiencias, porque nuestros familiares iban en la embarcación y queremos una respuesta», dijo Damaris Arias, esposa y sobrina de dos de los desaparecidos.
El grupo de parientes asegura que han hecho todo lo posible por aclarar lo que pasó en la embarcación, porque no hubo rastros de nada, pero el proceso ha sido engorroso y no han tenido la orientación de los organismos competentes. «Hemos ido a muchos lugares a exigir justicia, pero parece que la vida de nuestra familia no vale nada porque todo ha sido muy cerrado y difícil», expresó un familiar.
Días después de que se reportó la desaparición de la embarcación y sus tripulantes, en la Guajira colombiana fue rescatado un cuerpo, que por fotos fue identificado como Eduardo Córdoba, quien pertenecía al grupo de balseros falconianos.
Debido a la pandemia y a la falta de dinero, los allegados de Córdoba no habían podido corroborar la información. Lo hicieron la última semana de enero, cuando viajaron y pudieron identificarlo plenamente; sin embargo, están a la espera de los exámenes forenses, porque el cuerpo presentó, aparentemente, golpes con objetos contundentes y marcas en las manos por estar atado.
Los familiares de los 17 desaparecidos esperan los resultados forenses, ya que ello les dará una pista más para acercarse a la hipótesis que tienen: creen que sus dolientes están vivos en algún lugar del mundo.
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Una vez más pidieron al Ministerio Público hacer justicia para que se sepa dónde están los 17 desaparecidos, entre ellos 3 menores de edad.
Damaris Arias es la esposa de Henry Chirinos, un joven de 25 años que decidió quitar prestado 400 dólares para irse a Aruba y buscar un mejor futuro para su familia. Arias afirmó que estaban pasando muchas necesidades, razón por la cual su esposo, que era ayudante de pescadores, intentó buscar una salida económica. Antes de que Chirinos desapareciera la situación era cada vez difícil para los pescadores por la falta de gasolina y suministros.
Días antes del viaje, Chirinos le dijo a su esposa que se iba junto a su tío, Alex Reyes, de 47 años, en un peñero para Aruba a buscar trabajo para poder darle bienestar a su hija de apenas días de nacida.
El joven consiguió el dinero prestado y se fue por primera vez a conocer la isla, una que veía en las noches, a lo lejos, desde la orilla del balneario El Supí, comunidad en la que habita toda su familia. Su esposa se enteró de que no habían llegado porque en Aruba los esperaba un tío que les iba a dar cobijo mientras conseguían empleo y un lugar para vivir.
Damaris Arias no ha pagado el dinero que pidió prestado su esposo para viajar. Lo poco que consigue lo invierte en alimentos, principalmente para la pequeña, que ya va a cumplir un año y no recuerda el rostro de su padre.
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