Punto Fijo.- 88 personas que estaban en calidad de detenidos en la isla de Aruba fueron trasladados a Venezuela en un vuelo humanitario que hizo la aerolínea Láser, este martes 23 de noviembre en la tarde.
La información fue confirmada por trabajadores del Aeropuerto Internacional Josefa Camejo (Las Piedras), ubicado en la Península de Paraguaná, al occidente de Venezuela. La aeronave llegó a las 6:40 pm, con los 88 pasajeros: Luego de que fueran recibidos por las autoridades en Falcón, el avión regresó a Maiquetía sin pasajeros.
Familiares de los deportados se apostaron en el aeropuerto, aunque no les dieron acceso a la sala de espera. Estuvieron esperando hasta casi las 12:00 am de este miércoles 23 que se cumplieran todos los protocolos de bioseguridad para prevenir el COVID-19.
Antes de salir de la isla, a los tripulantes les hicieron la prueba de COVID-19 y al llegar a Venezuela pasaban por una cabina de desinfección y les volvían a aplicar el test. Todos estaban preocupados, porque la mayoría regresó sin dinero y sin sus pertenencias, algunos luego de estar hasta dos meses detenidos en la isla, ya no habían hecho vuelos de repatriación y siempre les informaban que, al momento de darse el regreso, debían pagar el pasaje y la prueba COVID-19. Finalmente, no pagaron ninguno de los dos porque se hizo a través de un vuelo humanitario.
Una historia de las 88
Uno de los migrantes que estaba detenido en el lugar y que es habitante de Punto Fijo, estado Falcón, contó a El Pitazo que todos los días pedía a Dios que se diera el vuelo de repatriación, porque tenía tres semanas sin ingresos y sin enviar dinero para Venezuela.
«Estuve cinco años en Aruba, entré de forma legal e hice toda mi documentación para obtener la nacionalidad. Soy un hombre sin antecedentes penales, profesional y en cinco años me dediqué a trabajar. Incluso, tengo personas de Aruba que firmaron por mí para que me quedara en la isla, pero la persecución a venezolanos es más grande, a la policía actualmente no le importan los derechos humanos ni mucho menos hay respeto por todo lo que uno ha entregado en la isla», dijo el padre de dos niños al reunirse con su familia, la madrugada de este miércoles 24 de noviembre, y que prefirió no identificarse.
Contó que los tenían «como sardina en lata», refiriéndose al hacinamiento de las celdas de Guardacostas en Aruba. Cuando entró, solo les daban pan y jugo, tampoco les permitían que amigos y familiares les llevaran comida. «Luego que hicimos una huelga y enviamos una carta para que la hicieran pública fue que nos empezaron a dar comida decente; sin embargo, las condiciones de hacinamiento no mejoraron. El teléfono celular solo me lo daban tres veces a la semana; de resto, mi familia no sabía nada de mí», recuerda.
El joven padre de 35 años es Técnico en Refrigeración. En Aruba, tenía prácticamente una empresa constituida, solo faltaba tener la nacionalidad para registrar todo. «Siempre he sido un hombre honesto, nunca había estado detenido, ni en Venezuela, ni en Aruba y que te traten como un delincuente es muy malo. Pese a todo lo que pasó, estoy un poco más tranquilo, porque antes de la detención, vivía asustado, aunque no estaba haciendo nada malo, ya no podía ni dormir, pensando en que me iban a detener y vivir así es traumático», lamentó el migrante.
Este joven tiene muchos amigos y familiares en Aruba, pues la cercanía de su tierra con la isla y la migración forzada ha hecho que muchos ya estén establecidos en Aruba y esto le permitió tener avales, además de su buena conducta para estar legal en la isla de los Países Bajos; sin embargo, cree que todo el esfuerzo que hizo no valió la pena, porque fue encerrado y deportado como un delincuente.
También perdió todas sus pertenencias: en la isla ya tenía hasta carro donde se trasladaba a hacer los mantenimientos a los aires acondicionados y las neveras, tenía una cartera de clientes y gran cantidad de herramientas. «Todo eso me quedó en la isla, espero que mis amigos y familia vendan lo que tengo allá para recuperar un poco del dinero y ver para dónde agarro ahora», dijo.
Para este joven no es una opción quedarse en Venezuela, porque su familia pasaría muchas necesidades, por lo que espera pasar unos días en el país para reunirse con los que tenía cinco años sin ver, pero posteriormente intentará otra ruta de migración.
Yonaiquer Sánchez, defensor de Derechos Humanos y líder del movimiento Todos por Venezuela en la Isla, denunció en un video, que fue publicado en Facebook, que los venezolanos son perseguidos en la isla, incluso aquellos que ya tienen sus documentos en Dimas y buscan un asilo político o aquellos que están en proceso de obtener la nacionalidad.