Punto Fijo.- Luego de 20 días de una fuga de petróleo en la línea del oleoducto que lleva crudo desde Bajo Grande a las refinerías del Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), en el estado Falcón, fue reparada gracias a los pescadores y un equipo de buzos de Pdvsa. El trabajo duró seis días para lograr engrapar la tubería que está bajo el agua.
Este es el segundo derrame de crudo que se registra en menos de un año, a unos 100 kilómetros de la orilla de Río Seco, municipio Miranda. En esta zona, los pescadores son los que se percatan de los derrames en las tuberías que atraviesan el istmo de Paraguaná para llevar crudo y gas a las refinerías Amuay y Cardón. Como otras veces, alertaron a Pdvsa hace unos 20 días sobre la fuga que se regaba por el mar y se perdía en el infinito. 10 días después la estatal cerró el suministro de crudo, sin embargo, la tubería siguió drenando lo que contenía, contaron pescadores de Punta Cardón y Río Seco a El Pitazo.
El 22 de septiembre se iniciaron los trabajos para grapar la tubería, esta labor llevó seis días y este 28 de septiembre culminaron. El equipo ya la ha reparado en varias oportunidades en los últimos años, tapan la rotura con goma espuma y luego colocan una grapa encima que va atornillada a presión y aunque parezca tarea fácil el procedimiento es de alto riesgo y debe ser realizado por buzos porque está bajo el agua y junto a la de gas.
Este derrame es el segundo que se registra cerca de las aguas de Río Seco y al cambiar los vientos, los restos de crudo llegan a la orilla, que es lo denunciado por pescadores de la zona desde el sábado 25 de septiembre a través de las redes sociales. Sin embargo, un marino que trabajó en las reparaciones a la tubería afirmó que el derrame fue intenso y las secuelas llegaron a la orilla desde Río Seco hasta Zazarida, unos 674 kilómetros de costa, que se mancharon la arena, las redes de pescar y las embarcaciones.
El marino que prefirió no identificarse por temor a represalias, dijo que las costas de Falcón están severamente afectadas por los derrames de crudo, porque Pdvsa repara la fuga, pero no el ambiente, lo que ha deteriorado considerablemente el ecosistema marino y los equipos de la pesca artesanal.
«Estos derrames cuando son vistos por los pescadores, se graban y se toman fotos, para luego pasarlos a Pdvsa y a los días es que ellos responden. Cierran el suministro de esa tubería y todo lo que contenga sigue saliendo al agua. A los días autorizan la reparación y eso es todo. No hay una mejora al ambiente y nadie paga el daño que esto causa a las familias de pescadores», lamentó el pescador.
Por otra parte, pescadores de Río Seco y Zazarida comienzan a migrar a otros pueblos de la Península de Paraguaná por unos meses para buscar el sustento de sus familias, ya que con los derrames de crudo se alejan el camarón y los peces.
«Ahora hay que pescar más lejos, mudarnos por unos meses hasta que el agua se limpie sola porque no hay dolientes. Ya Pdvsa no aparece, ni da respuestas. Para poder reponer un chinchorro uno gasta más de quinientos dólares que no tenemos y la pintura para las lanchas es aún más cara», dijo Omar Medina, pescador de Río Seco.
En marzo de este año se habían registrado cuatro derrames de petróleo en la tubería, según reportes de los pescadores a Pdvsa, y solo uno de ellos fue atendido por el Ministerio de Ambiente en las costas de Punta Cardón y no sanearon toda el área. Los pescadores que ayudaron a reparar la tubería en esta oportunidad, dijeron que la falta de mantenimiento preventivo y los años que tiene la tubería hacen que donde esté desgastada se abran pequeños agujeros por los que sale el crudo.
El oleoducto es una tubería de 24 pulgadas que se extiende desde Úle, en el estado Zulia, hasta Amuay, en el estado Falcón, al occidente de Venezuela.
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