Punto Fijo.- Los familiares de los balseros falconianos desaparecidos que intentaron llegar a las islas de Aruba y Curazao por mar a través del estado Falcón, creen que sus seres queridos pudieran estar entre los 680 rescatados en una mina del estado Bolívar.
El grupo de familiares que representan a las 38 personas desaparecidas, denunciaron a El Pitazo que no han sido atendidos en las instancias donde han pedido información sobre las 680 personas rescatadas en Bolívar. Dicho procedimiento lo ejecutó el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) y la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim) en septiembre de este año.
Elisa Vargas, explicó que hace casi un mes de la noticia del rescate de 680 personas que estaban en manos del Tren de Aragua en una mina del estado Bolívar y hasta la fecha no hay una lista ni les informan dónde están las personas para ir por ellos. «Solo vimos la noticia con muy poca información, no hay una lista, tampoco nos quieren dar información y solo vimos algunas fotos en las que se pueden apreciar personas que iban en la lancha que salió de Tiraya a Aruba en marzo de 2020.
Los familiares creen que sus dolientes están en ese rescate, pues están seguros que no murieron en el mar, sobre todo porque les han informado desde los tribunales penales, que los detenidos han dicho que se trata de una organización de trata de personas que venden a los tripulantes en otras zonas del país y fuera.
«Desde que desaparecieron nuestros familiares no se consiguió ni un zapato, ni un pedazo de lancha. Nosotros estamos seguros que se trata de trata de personas y es justo que nos den respuesta de nuestros familiares, a lo mejor están entre los rescatados y nosotros aquí muriendo de angustia», dijo Vargas.
De la embarcación que salió de orillas de Tiraya en la Península de Paraguaná en marzo de 2020, hay 17 desaparecidos, entre ellos dos menores de edad; mientras que en el caso que salió de La Vela, con destino a Curazao, hay 22 desaparecidos desde hace 28 meses.
Estas dos embarcaciones salieron cargadas de venezolanos que intentaban ingresar ilegalmente a islas Aruba y Curazao; muchos de ellos eran esperados familiares en las islas, mientras que otros iban a probar suerte con ayuda de amigos y conocidos; esto con la intención de buscar mejor calidad de vida.
Pese a los meses que han pasado, ninguno de los familiares ha abandonado la búsqueda y con el tiempo investigaciones propias y con los cinco detenidos que ha tenido el Ministerio Público, creen que sus seres queridos han sido víctimas de una red de trata de una personas que capta a los que buscan una opción para huir de la crisis humanitaria compleja que tiene Venezuela.
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