Coro arriba este 26 de julio a sus 494 años de fundada bajo la mirada escrutadora de quienes la habitan. Foto: Cortesía
Coro.- La ciudad primigenia de Venezuela es mucho más que paisajes, calles y personas. Coro es la ciudad fundacional que en medio de la peor crisis económica suma, este lunes 26 de julio, otro año añorando ser más que su gente y sus cosas.
Coro continúa esperando más que la pintura de sus plazas. Espera la atención sincera de un gobierno local que no ve más allá de sus calles coloniales y dejó fuera de su vista las vías con huecos que tragan carros, quebradas que no reciben mantenimiento para afrontar la época de lluvias, aguas servidas que explican cómo el plan cero botes de agua no está dando los resultados esperados y la tala de árboles en espacios emblemáticos.
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Quienes la habitan reclaman la recuperación de la ciudad que con sus iglesias, su patrimonio y sus costumbres sigue recordando el hecho más importante de su fundación: el encuentro de formas diferentes de vida, la del Diao Manaure, jefe de Los Caquetíos, y el colonizador español Juan de Ampíes, un 26 de julio de 1527.
Sin embargo, Alfredo Campos Loaiza, abogado e investigador de la historia falconiana, recordó por estas fechas que son los corianos los primeros en ser llamados a respetar, proteger y consolidar el espacio que conocen como su casa grande, mucho más allá de cualquier gobierno que vaya o que venga, señaló.
En su opinión: “La transitoriedad de los gobiernos no supera la idiosincrasia y el gentilicio de ser coriano. Es así como la ciudad mariana o ciudad patrimonial como se le reconoce, se niega a perder su humanidad. Más allá de sus desgracias se levanta con hidalguía y muestra su casta.
El sentir orgullo por lo que es Coro actualmente, lejos de darle cabida a las críticas, debe reconocer el esfuerzo que hombres y mujeres están dispuestos a hacer y, como lo expresó Alirio Jesús Castro, habitante de esta urbe, Coro en medio de la crisis es una ciudad que sigue teniendo rostros, personas, humanidad y paisajes.
Castro dijo que a la ciudad de Coro, cuando se acerca a sus 500 años de fundación, hay que comenzar a verla de otra manera, de dejar de compararla con otras ciudades y gobiernos regionales y locales de los últimos 20 años, para verla con optimismo.
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«Quienes la habitamos y la vivimos debemos comprometernos con Coro y no esperar a que vengan los demás a resolver los problemas que corresponden directamente a los corianos», sentenció.
Por ello, se conforma una iniciativa de la sociedad civil que prepara todo un plan rumbo a los 500 años de Coro y que se espera se muestre en las próximas semanas, que involucra a todo el que se quiera sumar y acompañar el propósito de hacerla más habitable y preservar todo aquello que la convierte en la ciudad primigenia de Venezuela.
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