Coro.– barrios y urbanizaciones de la capital falconiana ubicados en los cuatro puntos cardinales son focos de contaminación, infección y enfermedades debido a los botes de aguas servidas y la obstrucción de la totalidad del sistema de cloacas de la ciudad, que colapsan el centro y la periferia.
En redes sociales las denuncias son varias y diarias. Hilda Sivoli, habitante de la Urbanización Independencia al este de Coro, denunció que en la 2a etapa, esquina de Las Tostadas del Este, el bote de aguas negras se ha convertido en criadero de zancudos y moscas, por lo que pone en riesgo la salud de los vecinos, especialmente niños y adultos mayores, que en medio de la cuarentena por la COVID-19 permanecen aislados en sus hogares.
En otro sector de la ciudad de Coro, en calle Duvisí, fue retirada la bomba de la planta de tratamiento de aguas servidas para la zona noreste y los vecinos apuntaron que fue la empresa Hidrofalcón por òrdenes de su presidente, Andrés Maldonado. Esto provocó el colapso de las aguas residuales en los sectores Los Orumos, San Bosco y Concordia.
Exigen a Hidrofalcón que sus cuadrillas de trabajadores lleguen a contener el peligroso bote, que ya tiene más de tres meses.
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En el barrio Curazaito, entre las calles Monzón y La Isla, el problema de las aguas negras tiene ya dos años sin que Hidrofalcón lo resuelva. La consecuencia es un aumento de enfermedades respiratorias y de la piel entre la población infantil, además sometida a cuarentena por el coronavirus.
Napoleón Betancourt, vecino del sector, señaló que la calle La Isla describe muy bien su nombre, por las montañas de lodo que se han formado por las aguas putrefactas en dos años. Advirtió que esa calle quedó clausurada por la misma comunidad, por lo que ya no transita vehículo alguno, y las personas que viven en la calle Monzón la bordean para poder salir a cumplir con sus quehaceres de trabajo o personales.
No muy lejos, a escasas dos cuadras en la avenida Sucre, de alcantarilla mana agua negra y maloliente desde la semana pasada. Para quienes viven en las cercanías es insoportable la situación, por lo que temen pueda generarse un cuadro de trastorno respiratorio o alguna enfermedad de la piel entre la comunidad, en la que también viven muchos niños.
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Todo ha empeorado, dice Betancourt, por la llegada de las lluvias y el paso de ondas tropicales, por lo que el riesgo a la salud es enfrentado por los habitantes de los barrios Curazaito, La Florida, Cruz Verde y 28 de Julio, además de las urbanizaciones La Velita, Santa María, Las Eugenia y Cruz Verde, donde veredas de las calles 7, 11 y 15 soportan desde hace tres meses focos de aguas servidas insoportables para los vecinos.
Los reportes a la hidrológica han sido constantes, sin más respuesta que la falta de equipos para que las cuadrillas puedan sanear las tuberías obstruidas, informaron Yelixa Alvarado, Viviana Mendoza y Ernesto Carrizo.
En el oeste de Coro, vecinos de la vereda 17, calle 7 de la Urb. Cruz Verde, han enfrentado durante todo el año la obstrucción de su red cloacal debido en gran parte a falta de mantenimiento de la tubería, esto significa que la comunidad debe convivir entre excremento y olores pestilentes que afectan las vías respiratorias y la piel de niños y mujeres embarazadas.
María Castro, insistió en que son interminables los reportes enviados a Hidrofalcón. El resultado fue la visita de una cuadrilla que poco pudo hacer porque los obreros alegaron que no cuentan con los equipos necesarios para destapar la cloaca. Recomendaron a los vecinos que el trabajo lo haga alguna empresa privada.
