Punto Fijo.- La cantidad total de gasolina almacenada en el Centro Refinador Paraguaná es un dato oculto, pero trabajadores que laboran en las refinerías Amuay y Cardón creen que no debe quedar gasolina para más de semana y media, contaron a El Pitazo este lunes, 13 de abril.
Luego de la paralización de la planta catalítica de Amuay, el 3 de noviembre de 2019, solo quedó operativa Cardón, que hasta la última semana de marzo tenía en reserva 40.000 barriles de gasolina. Pero para este lunes la cantidad descendió a 14.000 barriles.
Los trabajadores confirmaron que están a la espera de tres buques que estarían arribando en los próximos días a la refinería Cardón con combustible, pero no tienen fecha concreta del arribo. La primera semana de abril llegó el buque Gemma con gasoil al muelle de Cardón, por lo que las reservas son mejores que las de gasolina.
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En un recorrido por las estaciones de servicio se constató que todas las habilitadas en la península de Paraguaná fueron tomadas por la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) número 12 Falcón, pero anteriormente unas estaban en manos de la Policía de Falcón y otras a cargo de la Policía Nacional Bolivariana.
El combustible no llega a las estaciones de servicio como cuando se inició la cuarentena. A cada una de las bombas llegaban unos 28.000 litros. Desde la semana pasada la distribución también ha variado: con lo que abastecían una estación de servicio ahora se hace la entrega para dos, es decir, que cada una recibe la mitad de lo que le despachaban.
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El despacho a los vehículos se hace con previa autorización de la Zodi Falcón y es solo para el personal militar o que labora en la cuarentena. Cada eje tiene establecida una estación de servicios para su atención. El equipo de El Pitazo contactó al secretario de Gobierno, Henry Hernández, pero alegó no estar autorizado para hablar del tema.
Este lunes ambas sedes del Complejo Refinador Paraguaná continúan militarizadas, situación en la que están desde el miércoles 8 de abril, y con tanquetas en las entradas principales. Trabajadores de la industria laboran mientras los militares rodean todas las zonas y exigen identificaciones a quienes se desplacen dentro de las instalaciones.
