San Carlos de Zulia.- Para este año 2019 las dificultades que acarreó la crisis económica y social en Venezuela harán disminuir la cantidad de feligreses y turistas que acostumbran asistir en diciembre a los pueblos costeros en los estados Zulia y Mérida, donde veneran a San Benito de Palermo al ritmo de chimbángueles.
La carestía de combustible es una de las limitantes para trasladar las imágenes que suelen encontrarse en una de estas poblaciones durante las festividades religiosas de origen africano. También a lugareños y visitantes les será difícil trasladarse. El encarecimiento de la comida y particularmente el incontrolado brote de paludismo en el eje surlaguense-andino, impedirá que muchos creyentes bailen al son del cuero y la madera para pagar promesas mientras escuchan la entonación de letanías en voz de los vasallos.
Así lo refiere Marcial Briceño, presidente de la Fundación San Benito de Palermo en el eje Sur del Lago y zona Panamericana (Fundavasallos). Contó que en los recientes chimbángueles de obligación, de hasta 15 organizaciones que solían reencontrarse, apenas se congregaron tres. «Se hace muy difícil obtener combustible porque los camiones los gestiona cada sector. Diría que antes también se elaboraba suficiente comida para los vasallos, los invitados especiales y la comunidad, pero todo eso ha disminuido. Esa es una labor social de los mismos ciudadanos. En muchas regiones solo alimentarán a los integrantes de cada cofradía», advierte.
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Pero además del sustento para intérpretes e instrumentistas, en algunos pueblos este año el santo no lucirá capas recién confeccionadas, sino que le tributarán honores con las de años anteriores. Igual pasará con la pintura de los templos. No todos serán revestidos cromáticamente para la fiesta popular más importante del Zulia, pues indica Briceño que cumplen con 26 fiestas de manera simultánea, donde en la totalidad de los pueblos del municipio Sucre los chimbángueles retumban con el golpe Ajé.
Los fuegos artificiales no sonarán con la misma intesidad de ediciones recientes, refiere Briceño, quien como representante de los pueblos costeros y defensor de las ceremonias, argumenta que no avala que el patrono sea exaltado con una fiesta rimbombante mientras en las comunidades los habitantes padecen por deficiencias en los servicios públicos. «Gibraltar es el más afectado por la crisis; el templo se cae a pedazos, las calles están en mal estado. Muchas comunidades carecen de agua y atención médica», remarca.
Paludismo
Fundavasallos accedió a cifras de la unidad de malariología local. Desde el año 2018 apuntan 15.800 registros, entre casos sospechosos, confirmados o por reincidencia de diversos tipos de paludismo. La cifra que Briceño ofrece no ha sido confirmada por organismos de salud en la zona, ni por instancias gubernamentales. Tampoco los fallecimientos por esta enfermedad.
Los cercos epidemiológicos no se han establecido de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Entre ese gremio de chimbangueleros recuerdan el reciente fallecimiento del capitán Edgardo Chinchilla, del pueblo Boscán, donde igual tributan al santo negro de Palermo.
Miembros de la organización que agremia a los vasallos han dicho además que carecen de apoyo gubernamental. La Alcaldía dijo que les apoyará con logística, sin especificar de qué tipo. Pero la Gobernación de Zulia no ha hecho contribución alguna. Tampoco han recibido la cuota que hasta el año pasado les hacía llegar el Ministerio de la Cultura del gobernante Nicolás Maduro, pues los sanbeniteros son Patrimonio Nacional desde el 31 de agosto del año 2007, según Gaceta Oficial 38.751.
En los pueblos del eje panamericano y Sur del Lago, sin embargo y a pesar de las adversidades, entre el 15 de diciembre y el 6 de enero de 2019 se prevé la agenda celebrativa en los poblados de Nueva Bolivia, Guayana, La Guaira, Palo de Flores, El Batey, Tucanicito, San Juan, Gibraltar, Bobures, Santa María, La Conquista, Las Dolores, Las Rosarios, San Miguel, Las Valmores, Palmarito, Santa Cruz, El Pino y también el municipio Cabimas, en la costa oriental del Lago.
