Barquisimeto.- Este jueves 7 de mayo, habitantes de Barquisimeto, Quíbor y El Tocuyo iniciaron un cacerolazo pasadas las 8:00 pm en señal de protesta por el recrudecimiento de los cortes eléctricos durante la cuarentena. Los apagones se extienden de seis a ocho horas diariamente.
En comunidades como Los Cardones, La Rosaleda y Club Hípico Las Trinitarias, en Barquisimeto, se registraron dos cortes eléctricos en un día. El primero se prolongó por cinco horas, y el segundo, casi cuarenta minutos. Mientras que La Mora, en Cabudare, hubo una interrupción de menos de una hora antes del mediodía y suspendieron el servicio nuevamente en la noche. En urbanizaciones como San Lorenzo y Eligio Macías Mujica, al norte de Barquisimeto, reportaron al menos cinco variaciones de voltaje a las 9:15 pm.
“Hoy quitaron el servicio eléctrico desde las 11:00 de la mañana hasta las 4:30 pm y a las 8:00 de la noche la volvieron a quitar”, expresó un vecino de Quíbor, municipio Jiménez.
En el municipio Morán, vecinos de la subestación eléctrica de El Tocuyo también exigieron la restitución del servicio con un cacerolazo. En comunidades como Marcos Perdomo reportaron dos apagones entre las 10:30 am y 7:15 pm y una fluctuación a las 8:00 pm, comentó Karelis Perdomo, quien es residente de la zona. “Todos los días hay bajones hasta seis veces”, agregó otro consultado.
LEE TAMBIÉN
17 estados registraron apagones o fluctuaciones este martes #5MAY
Solo 100 de 400 megavatios disponibles
Según el ingeniero electricista Antonio Patiño, Lara consume entre 380 y 400 megavatios (MW), pero el departamento de despacho de carga de Corpoelec raciona 200 (MW) y reserva otros 100 (MW) para los circuitos prioritarios. La entidad solo dispone del 25 % de los megavatios que necesita.
El gerente general de Corpoelec Lara declaró en cadena regional, el 6 de mayo, que el servicio mejorará en las próximas semanas y llamó a la población a hacer uso eficiente de la energía. A la par, anunció que aumentarán la generación termoeléctrica a 50 MW. Actualmente, solo hay una máquina operativa que produce menos de 30 megavatios para el circuito del Hospital Central Antonio María Pineda, el principal centro asistencial del estado.
En Lara instauraron un racionamiento eléctrico sin cronograma en marzo de 2019 tras el primer apagón general. La Red de Derechos Humanos del estado Lara califica las interrupciones diarias como una tortura psicológica masiva que imposibilita a las familias planificarse diariamente.
Una encuesta de la organización Activos por Luz, publicada a un año del apagón del 7 de marzo, arrojó que ocho de cada 10 familias en la zona metropolitana están afectadas por los cortes eléctricos diarios y los niños son los que presentan más secuelas psicológicas.
LEE TAMBIÉN
