San Carlos de Zulia.- «Con estos impuestos tan altos vamos a desaparecer», así lo denunció Ada Mora de Ocando, comerciante del ramo textil en Santa Bárbara de Zulia, quien dijo la Alcaldía del municipio Colón aumentó las tarifas por pago tributos y acortó el lapso de pagos.
Según Mora de Ocando, propietaria de una empresa de confección variada que abrió sus puertas hace 15 años en la quinta avenida del poblado zuliano, les pretenden cobrar hasta 10 salarios mínimos. «Así no podemos pagar impuestos», se quejó.
En su taller laboran cinco empleados. Sus ingresos mermaron y con dificultad para acceder a materia prima, el pago del traslado y costeo de otros insumos son suficientes para afirmar que la elevada tasa de tributos es la gota que desparramó sus finanzas.
Pero no sólo es el incremento monetario. Jesús Sánchez, dueño de la panadería y charcutería La Rusa, con 18 años de labores, ubicada en el sector Monte Claro, en la población al sur del estado Zulia, dice no saber qué cantidad debe cancelar.
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«Cuando llevas, retiras la planilla y cancelas, el monto siempre varía; para llegar a pagar el impuesto primero debemos cancerlar los renglones de bomberos y aseo urbano, entre muchos otros y eso hace el proceso más tardío y engorroso», sostuvo Jesús Sánchez.
Sánchez contó también que a algunos comerciantes, el ejecutivo municipal les cobra un monto y a otros una cantidad distinta. Pidió a la alcaldía de Colón un criterio uniforme.
Dice que para cualquier comercio es difícil estructurar costos sin saber cuánto cancelarán por concepto de tributos municipales.
El 9 de diciembre de 2018, día de las elecciones para elegir a los representantes al concejo, Kendry Paredes, actual presidente de parlamento local por el Psuv, prometió una sinceración de los impuestos.
Apenas se instalaron los ediles en enero de este año reformaron la ordenanza de industria y comercio que rige las alícuotas de pago de impuestos sobre las ventas brutas de las organizaciones mercantiles.
Beberly Romero, representante legal de Víveres de Junior, un hipermercado con más de tres décadas de existencia, aseguró que la medida se aplicó de manera inconsulta.
«No nos consultaron, nos dimos cuenta cuando fuimos a pagar la planilla y la pasaron de 1,5 % al 2,5 %. Aquí se hace el pago en función de las ventas brutas, pero no se permite considerar los múltiples gastos operativos», dijo Romero.
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Víveres de Junior, antes de arreciar la crisis económica hace cuatro años, llegó a tener 100 trabajadores y a inicios de agosto de 2019 la nómina no llega a 25. «Esto cada día nos aprieta más».
Tanto Ada como Jesús y Beberly dijeron a El Pitazo que tampoco están de acuerdo con que la declaración tributaria sea cada 15 días. Ese pago solía hacerce anual. Ellos se sienten agobiados. Deben calcular las ventas y estar al día para no ser multados por el Servicio Integrado de Administración Tributaria de Colón (Sitmac).
Esperan que sus alegatos sean considerados
Los planteamientos del comercio fueron elevados a los representantes de la Cámara Colonesa de Comercio e Industria (Cacci), cuya directiva escuchó el clamor de quienes afirman que el aumento es una imposición. Ese acto se efectuó en el antiguo teatro San Remo, en la avenida Gran Colombia en Santa Bárbara de Zulia.
Edixon Mejías, presidente del gremio, declaró que elevarán las inquietudes a la alcaldía, específicamente a Xiomara Labrador, directora del área de impuestos y quien es hermana del actual alcalde, Blagdimir Labrador.
Esperamos que haya entendimiento; de hecho, ya hicimos una mesa de trabajo y están en la disposición de recibir un planteamiento general que nos beneficie a todos».
Mejías reconoció que el comercio colonense se ve afectado por los servicios públicos, la inseguridad y la hiperinflación. Por eso la Cacci, recién lanzada desde el mes de julio, aspira a viabilizar soluciones al golpeado sector de la economía en el Sur del Lago. Y los emprendedores de la pequeña y mediana industria aspiran a que este mismo año los impuestos bajen antes que lo hagan sus santamarías.
