Punto Fijo.- Hasta 20 horas sin servicio eléctrico, 4 meses sin agua por tuberías y con fallas constantes en la conectividad padece el comercio en el municipio Falcón, que forma parte de los tres municipios con el beneficio que le otorga la Zona Libre de Paraguaná, en el Occidente de Venezuela.
El presidente de la Cámara de Comercio de Falcón (Cacofal), Germán Vargas, detalló que el municipio Falcón es el más afectado por el deterioro de los servicios públicos, lo que ha hecho que el comercio esté a punto de desaparecer. Los pocos comerciantes que quedan en el lugar buscan soluciones dolarizadas.
Pagan camiones cisternas en dólares porque el agua llega escasamente tres veces al año, si se habla de la zona comercial que está ubicada en Pueblo Nuevo; pero si se toma en consideración todo el municipio, hay comunidades que tienen años sin agua.
A ello se suman las fallas de la electricidad, que pueden durar días, y ninguna autoridad se reporta. «Los comerciantes llevan pocos artículos para el pueblo porque con las fallas de luz, uno no sabe, se puede perder todo, y aunque tenemos planta, esta no aguanta tres días continuos encendida», afirmó Vargas.
El gremialista denunció que las familias del municipio Falcón también compran diariamente la comida, ya que han perdido todos sus enseres con los constantes apagones; por ello compran y cocinan lo que van a consumir. La situación empeoró desde el 2020, y la falla se origina en las líneas de alta tensión, que por falta de mantenimiento y vandalismo se desploman o se dañan.
Debido a la falta de atención de Corpoelec, las comunidades se han unido a los comerciantes para pagarles a terceras personas para que reparen las averías, pero no pueden mandar a repararlas todas.
En el municipio Falcón fueron construidas 92 torres en el año 2005 y desde entonces no han recibido mantenimiento. Los fuertes vientos con arena salada de las costas han afectado la función, principalmente de la torre 60 en adelante, que son las que más se acercan a la orilla de la playa.
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Pérdidas del 50 y 70%
Vargas, en representación de la Central Cooperativa Falcón, dijo que aunque el comercio en la zona había crecido principalmente en el sector alimenticio e informalmente, la gente tenía ganas de trabajar y de mejorar los servicios básicos, pero no han tenido el apoyo gubernamental que esperaban.
Las fallas eléctricas que afectan la conectividad han generado pérdidas de entre 50 y 70%, ya que los alimentos se dañan por falta de refrigeración y no hay ventas por la falta de conexión en los puntos de ventas. Tampoco hay efectivo para dar vueltos en dólares. Por esta razón piden a las autoridades un plan de atención en conjunto en el que participen empresarios y comunidades.
