Barquisimeto.- En la Unidad de Diálisis y Trasplantados de la clínica Razetti (Unidiatra) de Barquisimeto –1 de los 5 centros extrahospitalarios contratados por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) en el estado Lara– hay 22 de 36 máquinas fuera de servicio por falta de repuestos y mantenimiento.
Pacientes renales advirtieron que durante el mes de abril, 5 máquinas quedaron fuera de servicio en Unidiatra y apenas 14 continúan operativas. Debido a la falta de equipos, más de 170 pacientes renales tienen acceso a solo 2 de 4 horas de diálisis en Unidiatra y presentan complicaciones por la poca efectividad del tratamiento interdiario.
Estefany Querales, una joven de 25 años con discapacidad y en diálisis desde hace 8 años, sufrió una complicación este lunes, 27 de abril, cuando se dirigía a la sesión.
“Me asfixié porque tengo dos semanas consecutivas recibiendo diálisis disfuncionales. Dos horas de diálisis no son suficientes para sacar todo el peso que acumulamos, menos si las máquinas presentan fallas. Mis pulmones están colapsados y tengo un derrame pleural”, relató Querales, quien fue asistida por el personal de salud en la unidad y conectada a una bombona de oxígeno mientras las enfermeras les pedían a otros pacientes que cedieran su turno para conectarla a una máquina de diálisis.
Querales sufrió una fractura de columna en un accidente de tránsito a sus 10 años. Antes de cumplir la mayoría de edad, le diagnosticaron insuficiencia renal crónica y pasó a hemodiálisis.
En 2017 era candidata a un trasplante de riñón en el Hospital Militar de Caracas, pero debido a las dificultades para trasladarse a la consulta desde Barquisimeto durante las protestas antigubernamentales y la muerte repentina de su médico tratante, las gestiones quedaron paralizadas.
Hace dos años la máquina de diálisis asignada a Querales se dañó. Desde entonces, la joven no tiene horario fijo para el tratamiento. “Entro a diálisis cuando otro paciente sale. Hoy me tocó una máquina averiada”, relató la joven.
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Sin repuestos
Otro paciente en diálisis que reservó su identidad contó que las máquinas de Unidiatra destinadas para estrictas emergencias fueron desarmadas para solventar fallas en las que siguen operativas, pero los equipos colapsan a las pocas semanas de uso.
“De 36 máquinas que deberían estar en funcionamiento solo hay 14. Nuestra vida se acorta porque dependemos de diálisis efectivas que no tenemos”, expresó.
Tres de las ocho unidades de diálisis del estado Lara están en verdadera crisis desde 2018 y recortaron la duración de los tratamientos por el colapso de las máquinas que hacen las veces de riñón artificial.
El déficit de equipos ha desencadenado protestas de pacientes que denuncian el silencio de los responsables para el arreglo o adquisición de nuevos equipos.
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