Caracas.- 46% de los venezolanos migrantes no ha recibido la ayuda solicitada para su propia manutención o la de su grupo familiar en plena pandemia del COVID-19, revela el Observatorio Venezolano de Migración (OVM) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) en su reporte situacional sobre cómo ha afectado la emergencia por el coronavirus a la migración venezolana, publicado el 27 de mayo.
El estudio refiere que uno de cada tres venezolanos migrantes encuestados ha solicitado ayuda para su propia manutención o la de su grupo familiar. Casi la mitad de los venezolanos migrantes declararon haber recibido alimentos, 7% reportó que recibió dinero y 4% medicinas, mientras que 46% dijo que no ha recibido la ayuda solicitada.
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La casi totalidad de los participantes en el estudio vive en Perú (29%), Colombia (23%), Ecuador (19%) y Chile (16%), con una fracción reducida de respuestas enviadas desde Argentina, España, Brasil y Panamá.
En su mayoría, reportan que las demandas han sido elevadas a las organizaciones que brindan ayuda humanitaria y en segundo término a organizaciones sociales (asociaciones de migrantes, fundaciones, asociaciones civiles y afines). En menor medida han buscado apoyo en organizaciones del Gobierno de Venezuela o en organizaciones religiosas.
Del total de encuestados, 61% dijo estar de acuerdo con las medidas tomadas en el país donde reside para frenar el COVID-19; sin embargo, 52% opina que esos controles no tuvieron en consideración las necesidades de los migrantes.
La pérdida del empleo es uno de los primeros efectos adversos que ha traído la situación de confinamiento por el COVID-19 para los trabajadores migrantes, pues “es común que se desempeñen en ocupaciones informales o en emprendimientos pequeños, sin la base económica necesaria para soportar las secuelas de la suspensión de las actividades generadoras de los ingresos”, destaca el estudio.
Al respecto, en la muestra estudiada 42% de los venezolanos migrantes reportó que perdió su empleo y 46% declaró que tiene un empleo. Es decir, cuatro de cada 10 perdieron su empleo y 66% aseguró que depende de donativos para alimentarse desde la entrada en vigencia de la cuarentena en los países donde residen.
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Asimismo, los resultados del sondeo revelaron que 9 de cada 10 venezolanos migrantes encuestados declararon que sus ingresos por trabajo han disminuido durante el último mes. “Esa caída de los ingresos afectará tanto la situación de bienestar de los migrantes y sus familias en el país de residencia actual como a las familias en Venezuela”, refiere el Observatorio Venezolano de Migración.
Ahora mismo, el retorno es para 31% de losvenezolanos migrantes en condiciones más vulnerables la opción más conveniente, debido a que no cuentan con ahorros suficientes para afrontar gastos de manutención por un tiempo prolongado, ni con redes de protección social que brinden el apoyo necesario.
Se trata de otro hallazgo del estudio del OVM. Sin embargo, 34% de los venezolanos migrantes encuestados no ha considerado esa opción, mientras que 16% no lo tiene claro.
Los venezolanos migrantes encuestados también reportan que han padecido el desalojo de sus viviendas (15%) y el corte de servicios básicos por falta de pago (11%). Otro 20% registra haber entrado en situación de irregularidad migratoria por la suspensión de los trámites legales y 15% ha tenido restricciones para acceder a los servicios de salud.
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