Caracas. Keiver Rivero y Michelle Balbuena trabajaban en un autobús, pero la oferta de una peruana para participar en una escuela de emprendedores cambió sus vidas. En la actualidad, son dueños de su propia panadería en Tumbes, Perú.
Con experiencia en el ramo panadero, Keiver se presentó en la escuela de emprendedores con la intención de abrir su propio negocio. «A ellos les pareció excelente y me dejaron para comenzar la capacitación para emprender«, cuenta a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) mediante un video. Fue una oportunidad que cambió sus vidas.
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La pareja de venezolanos sostiene que estuvo un año y cinco meses soportando dificultades. Afirman que, incluso, durmieron en la calle. Su hijo se enfermó varias veces. «La pasamos difícil, porque lo llevamos al hospital y no querían atendernos porque no teníamos documentos«, afirma Keiver.
Señalan que el 17 de diciembre de 2019 recibieron el capital semilla para abrir el negocio, que comenzaron con la venta de pan de jamón. Ahora son dueños de su propia panadería: «Siempre he soñado con tener mi propio negocio y ayudar a las personas», subraya Keiver.
«A pesar de las dificultades, estamos logrando nuestro sueños de tener nuestro propio negocio», sostiene Michelle, quien indica que aprendió las claves para salir adelante con su propio emprendimiento.
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