Por Andrea González
Caracas. En la unión de dos culturas está la fuerza para emprender. Laura Villagómez (@laura_villagomez), diseñadora de modas venezolana, y Daniela Armendariz (@danniarmendariz), de nacionalidad ecuatoriana, son las caras detrás de DIY Club (@diyclubec), una academia de moda sostenible ubicada en Quito, Ecuador.
Desde hace cuatro años, su negocio se distingue por ofrecer cursos de corte y confección a través de una modalidad que procura no generar residuos, es decir, cero desperdicios.
Laura nació en Caracas y vivió gran parte de su vida en Valencia, Carabobo, donde actualmente y desde la distancia mantiene una tienda de arreglos de ropa con más de 20 años de trayectoria. Afirma que durante 2016 decidió emigrar a Ecuador, país de origen de su padre, debido a que sus ganancias como modista no le permitían cubrir sus propios gastos.
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Luego de su llegada, mientras se abría paso como profesional de moda en Quito, conoció a Daniela Armendariz, diseñadora industrial y gráfica, que le propuso un modelo de negocio que captó su atención. “Debía buscar a alguien que tuviera como fortalezas mis debilidades”, explica Armendariz, quien sin saber sobre costura, destacó el trabajo de Villagómez durante una feria de emprendimiento.
Ambas diseñadoras acordaron crear un espacio creativo donde sus clientes aprendieran a confeccionar prendas de vestir y empezaran nuevos negocios. Inicialmente, contaban con una máquina de coser casera y la mesa de comedor de Laura. Dos semanas después, la modista venezolana y su socia impartían su primer taller de corte y confección a seis alumnas en la sala de su casa.
En noviembre de 2017 nació DIY Club, una academia enfocada en dictar lecciones de moda sustentable y técnicas de emprendimiento, áreas en las que Villagómez destaca numerosas ventajas: “No dejar desperdicios y manejar patrones alternos. Los espacios entre una pieza y otra pueden utilizarse para tener cero desperdicio”, explica. La otra forma es el upcycling, una técnica que consiste en utilizar retazos de tela para crear nuevas prendas.
Villagómez y Armendariz se encuentran iniciando una fase de formación de instructores que ayuden a cubrir la demanda que dejó el COVID-19. “Durante la pandemia, el sector textil fue uno de los más golpeados, debido a que tuvieron que parar sus actividades”, dice Armendariz.
Bajo la dificultad de dictar talleres a pesar del distanciamiento social, comenzaron a dar clases gratis en su página de Facebook con el objetivo de crear una comunidad de espectadores que se mantuviera entretenida. La exposición en redes sociales aumentó su cantidad de seguidores y de alumnos. “Preguntaban cuándo daríamos cursos de nuevo. Nos ayudó a posicionarnos”, aclara Armendariz.
La emisión en Facebook Live consistió en elaborar trajes de protección para trabajadores sanitarios expuestos al virus. En virtud de esto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) ofreció a las emprendedoras un plan llamado Cash for Training: a cambio de formación y confección de trajes de bioseguridad a 26 talleres textiles, DIY Club recibía un pago por su labor.
La academia no solo imparte clases de costura a quienes puedan pagarlo, sino que trabaja junto a la ONG para ofrecer lecciones a personas en situación vulnerable. “Emprender es una labor titánica, de trasnocho y horas de trabajo. Sabes a qué hora comienzas a trabajar, pero no a qué hora terminas”, dice la venezolana, que en 2019 inició su formación académica en desarrollo y emprendimiento con el fin de expandir su negocio.
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Su taller más solicitado es el de costura y patronaje básico de cuatro módulos. “En ese camino estamos y no ha parado todavía”, afirma Villagómez. DIY Club es la unión de dos nacionalidades. “Trabajar con una ecuatoriana ha sido maravilloso. Danni es una persona excepcional no por su nacionalidad, sino porque tiene altos principios”, dice la modista venezolana.
Revela que emigrar a Ecuador en busca de nuevas oportunidades fue un gran paso. “Lo más importante es tratar de incluirnos en una sociedad que si bien no nos esperaba, nos está abriendo las puertas para soñar otra vez”, asegura. El secreto de Laura Villagómez para superar las dificultades y consolidar una empresa en el exterior es confiar en sus talentos y capacidades. Ante las adversidades, remarca que su herramienta favorita es ser positiva y segura de sí misma.
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