Caracas.- Un estudio de la Universidad de Miami (UM) demostró que uno de cada tres venezolanos que emigraron a Estados Unidos sufre de trastorno de estrés postraumático (Tept), causado por las persecuciones y torturas psicológicas de las que fueron víctimas en Venezuela.
Para el estudio de la UM, Seth J. Schwartz, psicólogo y profesor de la Facultad de Educación para la Salud y Psicología de la Universidad de Texas, encuestó a 300 venezolanos que viven en Bogotá, Colombia, y a 339 en el sur de Florida, Estados Unidos sobre sus razones para irse, según reseñó El Nuevo Herald. “Hemos encontrado tasas increíblemente altas de Tept en venezolanos que viven en Miami y en Colombia. El 31% de los adultos que entrevistamos en Miami cumplieron los criterios de Tept”, dijo Schwartz.
Según el estudio, uno de los motivos que tenían los venezolanos para huir de su país era la persecución política de la que era víctima todo el núcleo familiar. Los encuestados también mencionaron la escasez de alimentos, agua, medicinas y otras necesidades.
Patricia Andrade, directora del programa Raíces Venezolanas de Miami, dijo que los venezolanos arrastran una carga emocional muy fuerte, además de la presión sobre la incertidumbre de cómo les irá en el futuro. Explicó que en algunos casos el grupo familiar se desequilibra por la tensión que estremece a los padres y la angustia de los niños.
“Los padres sufren de mucha ansiedad y si han padecido, por ejemplo, persecución política arrastran todos esos miedos y pesadillas que son recurrentes aún estando en este país”, dijo la activista.
María Eugenia Tovar es una de las venezolanas en Estados Unidos que ha padecido largas noches de insomnio con pensamientos repetitivos sobre lo ocurrido con su hija Génesis Carmona, asesinada en una protesta contra Nicolás Maduro. Durante un año ella y sus otros tres hijos recibieron ayuda psicológica y terapia familiar en Miami.
Tovar fue víctima de acoso psicológico y persecución tras la muerte de su hija; afirma que el régimen quería extraer la bala que mató a su hija para evitar que fuera vinculada con los grupos armados que dispararon contra los manifestantes en la protesta. «Una vez personas con armas en una camioneta nos persiguieron a mi y a mi hijo mayor. No quise perder otro hijo. Tuve que dejarlo todo y agarrar la maleta”, dijo en una entrevista con el Nuevo Herald.
El Centro para Sobrevivientes de la Tortura de la Florida (Fcst) es una de los centros al que acuden migrantes venezolanos que necesitaban servicios psiquiátricos y psicológicos. Sabine Balmir-Derenoncourt, coordinadora del Fcst, detalló que los venezolanos que acuden sufren de gran ansiedad, depresión, incapacidad para dormir y tienen muchas pesadillas.
“Para la mayoría de los clientes que nos han llegado de Venezuela, la necesidad primaria que tenían era acudir a servicios psicológicos. Su necesidad era tan grande que teníamos que esperar a que los estabilizaran para que luego pudieran acudir a otros programas, como clases de inglés u orientación de trabajo”.
Para 2020 el programa asistió a 272 venezolanos y 72.06% de ellos tenían edades comprendidas entre los 18 y 60 años; y el 19.12% de 5 a 18 años.
Sylvia Acevedo, directora de Servicios para Refugiados y Empleo del Fcst, dijo que para recibir asistencia, las personas tienen que ser víctimas de tortura física o psicológica en su país de origen y que han sido instigados por el gobierno de su nación.
El programa brinda tratamiento integral y servicios de apoyo gratuitos a las víctimas de tortura política que se han trasladado a las áreas de Tampa Bay y Miami-Dade desde sus países de origen.
Lea la nota completa de El Nuevo Herald aquí.
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