Caracas. Con el argumento de “ayudar a los estadounidenses a estar primeros en la fila para conseguir trabajo una vez que Estados Unidos vuelva a abrir” después de la pandemia por el COVID-19, el presidente Donald Trump firmó un decreto que suspende la inmigración por un período de dos meses.
La suspensión se hizo efectiva el jueves 23 de abril, después de la firma de una orden ejecutiva que contiene algunas excepciones. A seis meses de las elecciones en las que buscará la reelección, Trump afirmó que la extensión o no de la medida más allá de los 60 días iniciales dependerá de las «condiciones económicas» de Estados Unidos.
LEE TAMBIÉN
HRW urge a aprobar Estatus de Protección Temporal a venezolanos en EE. UU.
Trump firmó el decreto cuando la cifra de personas con COVID-19 en Estados Unidos supera ampliamente a la de España, segundo país con más casos confirmados; y la de fallecidos prácticamente dobla la de Italia, segundo país con más muertos en esta pandemia.
María Montoya, abogada especialista en migración de Montoya Consulting, explicó a El Pitazo que el decreto de Trump afecta a:
Montoya explica que todos los trámites de solicitud, renovación o actualización de esos documentos quedarán en stand by durante los 60 días de vigencia del decreto.
Montoya señala que la medida busca fundamentalmente proteger a los ciudadanos estadounidense o residentes permanentes en Estados Unidos, razón por la cual no afecta a:
• Residentes permanentes, es decir , a todo aquel ciudadano que haya obtenido válidamente su visa de residente en Estados Unidos.
• Trabajadores de la salud.
• Aquellos ciudadanos que posean visa de inversionistas.
• Cónyuges e hijos menores de 21 años de ciudadanos estadounidenses.
• Miembros de la Fuerza Armada de Estados Unidos, incluidos sus cónyuges e hijos menores de 21 años.
• Cualquier persona que ingrese a Estados Unidos por razones policiales o de seguridad nacional.
• Ciudadanos que se encuentren bajo la figura de Parole (Permiso de permanencia temporal).
• Visas especiales de inmigrante para ciudadanos iraquíes y afganos que han trabajado para el gobierno de Estados Unidos.
Montoya subraya que los trámites de asilo o refugio adelantados por los venezolanos que se han radicado en Estados Unidos se suspenderán durante los 60 días de vigencia del decreto. Es decir, estarán en stand by hasta tanto se reanuden las actividades migratorias o se levante la fuerza de ley del decreto.
“La mayoría de ciudadanos que conforman la comunidad venezolana que se encuentra en Estados Unidos usualmente ingresan al país con visa de turista para luego cambiar de estatus, o con solicitud de asilo, la cual según nuestra experiencia y conforme ha aumentado el movimiento migratorio venezolano, resulta demorada en el proceso y en la respuesta a la solicitud. Sin embargo en los actuales momentos la tasa de movilidad humana mundialmente ha decrecido, a causa de la pandemia que afecta a todo el mundo”, precisa la abogada de Montoya Consulting.
La ONG Human Rights Watch (HRW) refiere que hasta marzo de 2020 había más de 108.000 solicitantes venezolanos de asilo en Estados Unidos.
Esta web usa cookies.