Caracas. La emergencia por el COVID-19 decretada en Colombia ha evidenciado el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran los venezolanos migrantes que, en su mayoría, trabajaban en la informalidad y, en consecuencia, vivían al día en ese país.
La situación se complicó aún más para los venezolanos que fueron desalojados de sus casas, debido a la imposibilidad de pagar el alquiler por falta de ingresos; incluso,algunos fueron expulsados de albergues bajo la responsabilidad de gobiernos locales.
LEE TAMBIÉN
Embajada de Venezuela realiza censo para migrantes en Colombia
Para los venezolanos que pueden tener el COVID-19 o contrajeron la enfermedad por coronavirus, el gobierno de Colombia aprobó el 6 de abril un plan de respuesta para ofrecer atención en salud durante la pandemia.
Siguiendo los principios de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el gobierno colombiano estableció una “ruta de atención a los migrantes venezolanos con posible contagio o contagiados de Covid-19”.
Al respecto, el Ministerio de Salud asegura que “es exactamente la misma que la de cualquier ciudadano colombiano”. ¿Esto qué quiere decir? Pues que cualquier persona, sin distinción de nacionalidad, debe recibir atención médica de emergencia en caso de presentar síntomas.
Si está asegurado:
La resolución del Ministerio de Salud precisa que si el venezolano migrante está asegurado, debe dirigirse a su Entidad Prestadora de Salud (EPS) para recibir atención médica. Al 6 de abril solo 188.635 venezolanos migrantes estaban afiliados al sistema general de seguridad social en salud colombiano: 59% en el régimen contributivo y 41% en el subsidiado, reportó ese despacho.
Si no está asegurado:
En caso de no estar asegurado, pero cuenta con el Permiso Especial de Permanencia (PEP), la persona debe acercarse a cualquier centro médico y será afiliado inmediatamente a una EPS para recibir atención médica en un centro de salud.
Si está en condición irregular:
Si el venezolano migrante se encuentra en condición irregular, es decir, no tiene PEP, será igualmente atendido, pero a través de la ruta de emergencia dispuesta para todo extranjero no asegurado que se encuentre en Colombia. Es decir, debe presentarse ante la red pública de prestación de servicios del municipio donde se encuentre.
“Se tratará el caso como una urgencia y se le prestará gratis el servicio de atención de salud”, subraya la resolución de ese Ministerio.
Felipe Muñoz, asesor presidencial para la crisis migratoria, ratificó la vigencia de los lineamientos del Ministerio de Salud y aseguró que cualquier persona, sin distinción de nacionalidad, debe recibir atención médica de emergencia en caso de presentar síntomas por COVID-19.
“Un migrante que tenga su EPS acude a ella y lo atienden perfectamente, si no la tiene y tiene el PEP al momento que acuda al centro de salud queda automáticamente afiliado. Si no tiene el PEP debe acudir a la red pública como cualquier colombiano y será atendido”, manifestó.
Muñoz argumentó al diario La Opinión, de Cúcuta, que “la salud de uno es la salud de todos, aquí no vamos a pedir pasaporte”.
De hecho, la Constitución de Colombia, en su artículo 100, garantiza los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación, recuerda el Proyecto Migración Venezuela: “Los extranjeros disfrutarán en Colombia de los mismos derechos civiles que se conceden a los colombianos. No obstante, la ley podrá, por razones de orden público, subordinar a condiciones especiales o negar el ejercicio de determinados derechos civiles a los extranjeros”.
LEE TAMBIÉN
Arrendadores desalojan a migrantes venezolanos en Perú y Colombia
El Ministerio de Salud colombiano reconoce, sin embargo, “dificultades” para los migrantes que necesitan aislamiento en casa (asintomáticos o con síntomas leves que no requieren hospitalización) ,“pero que no cuentan con las condiciones para auto aislarse”.
“Se trabaja con actores de cooperación y organizaciones humanitarias para crear nuevas zonas de aislamiento u hospitalarias en conjunto con autoridades locales”, señala.
Para Felipe Muñoz, la instalación de áreas de aislamiento es una tarea pendiente del gobierno colombiano: “Ni la pandemia pide pasaporte ni los programas del Gobierno lo van a hacer. ¿Es difícil? Sí, ¿es costoso? Sí, pero nuestro gran reto, en este momento, en el sector salud, es poder ampliar la capacidad de zonas de aislamiento para población vulnerable, independientemente de su nacionalidad”, dijo a La Opinión.
Con información del Proyecto Migración Venezuela y La Opinión de Cúcuta.
