Cada quien lo vivió de manera distinta, pero lo cierto es que en todos predominó el frío y el asombro. Los venezolanos que se vieron obligados a migrar a España vivieron este 2021 la nevada que cubrió de blanco a Madrid. Algunos se mostraron asombrados, mientras que otros batallaron con las bajas temperaturas porque, al provenir de un país con un clima distinto, el frío ha resultado difícil de tolerar.
Maite Aguirrezabala es una periodista venezolana que llegó a Madrid en el año 2017. Aunque en otras oportunidades había viajado a Europa, relata que es la primera vez que presencia una nevada de tal magnitud.
«Ha sido complicado en Madrid, porque tuvimos aproximadamente 50 centímetros de nieve ayer (sábado 9 de enero) que fue el primer día posnevada. Todo estaba lleno de nieve, calles y aceras. Cerraron las principales carreteras de acceso a Madrid ya que no se podía circular con vehículos», contó a El Pitazo.
Aguirrezabala relató que a raíz del fenómeno climatológico la movilización en las principales zonas de la capital española se ha complicado. El peso de la nieve en los árboles hace que las ramas se debiliten y caigan. Todo está cubierto de nieve.
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«Este domingo (10 de enero) ya han estado limpiando los quitanieves y se ha podido restablecer la circulación en principales vías. En los barrios de la ciudad, los vecinos unidos limpian las calles aledañas a sus hogares. Los árboles han sido un problema ya que por el peso de la nieve se rompen y se ha ocasionado una especie de escombros entre la nieve y las ramas», explicó.
Aunque muchos de los venezolanos se han mostrado sorprendidos por la nevada, también han tenido que adaptarse al clima, muy distinto del de su país. Tomar bebidas calientes, cubrirse lo más que puedan y permanecer en sus lugares de residencia es la alternativa de muchos mientras pasa la ola de frío extremo que ha dejado perplejos hasta a los propios nativos.
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«Hay que abrigarse bien, usar guantes, gorros y bufandas. Estamos tomando té caliente, café o chocolate caliente. Comiendo sopitas y granos, platos de cuchara que les llaman aquí», expresó la joven.
En Madrid, los colegios permanecerán cerrados hasta el próximo miércoles, 13 de enero. La recomendación de las autoridades es que los residentes se mantengan en sus hogares para facilitar así el trabajo de las cuadrillas que limpian las calles. Asimismo, se ha activado nuevamente la modalidad de teletrabajo.
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«Para la próximas horas se espera una baja radical de las temperaturas. Entre lunes y martes llegaremos a 12 grados, aproximadamente, o más debido a una ola de frío que viene para los próximos días. La situación es de cuidado y complicada», señaló.
Valería Mora es otra del grupo de venezolanos que vive en Madrid. Es de Maturín, Monagas, pero por la crisis debió buscar nuevas oportunidades en España. Cuenta que la nevada la sorprendió. Calificó la experiencia como algo increíble e impactante.
“La experiencia de la nevada fui impactante, increíble. Con muchísimo frío. Pudimos ver que cada persona lo vivió de manera diferente. Unos lo disfrutaron más que otros porque también hubo personas que se quedaron encerrados en sus coches en plena autopista; otros, en autobuses y transporte público y debieron ir a centros comerciales. Mi pareja quedó varado en una de las autopistas principales de Madrid en un autobús y debió refugiarse durante un día en un centro comercial”, apuntó Mora.
Emil Pérez, otro venezolano, vivió la nevada con una mezcla de emociones; primero de asombro e ilusión porque era la primera vez que veía caer nieve, pero también de preocupación porque contó que muchas personas se las han visto difíciles luego del fenómeno climático.
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«No conocía la nieve. Soy del Oriente del país, de Maturín, y la verdad es que mientras estuve en Venezuela, nunca tuve la oportunidad ni siquiera de ir a Mérida. Conocí la nieve aquí en España hace un par de años, en la sierra, y no tenía ni la menor sospecha o idea de que nevase en Madrid porque nunca había nevado de esta manera. Viví esta experiencia en compañía de mi hermano y mi cuñado», contó Pérez, quien también mostró preocupaciones porque había otras personas que no contaban con los recursos para soportar estas temperaturas de frío.
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«También pienso en las personas que están en la calle, que no contaban con las previsiones necesarias para soportar estas temperaturas. Mucha gente se quedó varada en las carreteras», manifestó.
Jessica Assaf es de Puerto Ordaz, Venezuela, y dice sentirse afortunada de estar con su familia en esta ocasión. Al momento de la nevada salió a las calles cercanas para poder tocar y apreciar la nieve.
Otros venezolanos también notaron la solidaridad de los residentes, quienes salieron a ayudar en los sectores donde hubo colapso por la cantidad de nieve acumulada. En las zonas donde no hubo situaciones de emergencia, las personas salían a pasear a sus mascotas y a ver el espectáculo de la naturaleza.
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«Es algo histórico. La gente se olvidó por un momento del COVID-19. Fue una experiencia única; sin embargo, también hubo un colapso significativo debido a la cantidad de nieve acumulada. Hay bastante gente voluntaria ayudando a despejar las vías de transporte», señaló Sofia Carrera.
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