Santiago de Chile.– Un operativo del cuerpo policial de Carabineros de Chile desalojó este viernes, 24 de septiembre, un campamento de alrededor de un centenar de migrantes en la Plaza Brasil de Iquique, donde permanecía asentado desde hacía meses. Muchos de los desplazados son venezolanos.
Durante el desalojo se produjeron enfrentamientos entre los migrantes y los agentes policiales, pero también entre los que estaban acampando y los vecinos de la ciudad, quienes están en desacuerdo con la presencia continuada en este lugar por las condiciones insalubres que se generan.
Medios locales informaron en sus portales web que hubo cinco heridos y una carabinera fue golpeada con una botella en la cabeza. El medio de comunicación chileno La Tercerca reseñó que en medio de la situación se escuchó a un grupo de personar entonar el himno de Venezuela.
«Tenemos niños y pedimos a las autoridades pertinentes que se pueda habilitar un espacio durante un tiempo preciso para que podamos salir adelante», dijo a la prensa una de las migrantes que acampaba en la plaza, la venezolana María Teresa Martínez. «Quiero que se pongan un poco la manita en el corazón porque muchos de nosotros estamos preparados, venimos a aportar«, agregó.
Entre los desalojados había unos 20 niños, según informó Carabineros, aunque el estamento policial indicó que no hay un catastro definido de la cantidad de migrantes en la ciudad, ya que mientras unos logran salir otros van llegando.
En declaraciones a CNN, el director de Incidencia y Estudios del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Carlos Figueroa, señaló que el desalojo de lugares públicos, sin tener una solución de llegada, perpetúa un círculo de pobreza y ocupación de lugares públicos sin una solución real.
La orden de desalojo respondió a la necesidad de recuperar los espacios públicos de la ciudad que tienen fines de esparcimiento y de recreación para la ciudadanía y que se habían perdido al poner viviendas transitorias en tiendas de campaña, anunció a la prensa el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
Alrededor de 3.000 migrantes se encuentran varados en distintos puntos de la ciudad de Iquique habitando en espacios improvisados esperando juntar el dinero necesario para continuar hasta la capital, Santiago, u otros puntos del país, como Valparaíso.
Iquique es la primera gran ciudad que los migrantes alcanzan tras entrar a Chile por la frontera con Bolivia. A este pequeño municipio, de apenas 1.500 habitantes, ingresan a diario por pasos clandestinos entre 150 y 200 migrantes, la mayoría de nacionalidad venezolana, según datos de su alcalde, Javier García.
Según la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, entre enero y julio de este año se registraron 23.673 denuncias por ingreso al país por pasos no habilitados, lo que supone un 40% más que en todo 2020.
Con información de EFE.
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