Caracas.- El vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, inauguró este martes la XII Cumbre del Foro Global sobre Migración y Desarrollo (Fgmd) en Quito, con un trasfondo marcado por la crisis venezolana a pesar de no centrar las deliberaciones.
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«Nuestra obligación este lunes, sobre todo para un fenómeno migratorio sin precedentes en la región como es el venezolano, es lograr que la siguiente generación pueda contar esta historia con un final feliz», manifestó el vicepresidente junto a varias autoridades y ponentes internacionales.
El alto representante del Estado ecuatoriano -el presidente, Lenin Moreno, que se encuentra en Davos- señaló que su país conoce el fenómeno «de memoria, desde siempre» al ser origen y destino de numerosas olas migratorias al igual que otros de la región latinoamericana.
«Si nosotros, los latinoamericanos, no tenemos una sensibilidad por la migración, no la tiene nadie», apuntó antes de señalar que la mayoría de «las historias de migración tienen un inicio triste, pero prácticamente todas tienen un final feliz».
Y puso como ejemplo a las comunidades latinas en Estados Unidos o la ecuatoriana en España, a las que calificó como «motor de prosperidad» en esos países.
Sonnenholzner valoró el «problema migratorio venezolano» como grave, sin visos de mejorar y auguró que superará a la masiva migración siria, para luego confiar en que se torne en un «un enfoque importante de este foro mundial».
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Al igual que reflexionaran previamente varias autoridades en un panel previo a la inauguración, el vicepresidente se preguntó cómo deben actuar los Estados una vez asentada la población migrante.
«¿Ahora qué?», cuestionó al incidir en que una de las cuestiones acuciantes para los Gobiernos es conocer «cómo abordamos esto ya no en una forma emergente, sino cuáles deben ser los pasos a seguir para que esta emigración, que es un hecho, encuentre la prosperidad y sume en los países a los que llega».
En su alocución, llamó a los medios de comunicación a combatir las noticias falsas sobre migrantes, evitar calificativos que instiguen a la xenofobia: «No hay que poner nacionalidad a los delitos, delincuentes hay de todas las nacionalidades», señaló.
Se estima que 4,7 millones de venezolanos han salido de su país en los últimos cuatro años para residir en el extranjero, una crisis política, económica y humanitaria sin parangón por su rápido volumen de desplazados en la historia reciente del continente americano.
En el acto inaugural intervino el intendente de Montevideo, Christian Di Candia, que afirmó que «vivimos una era de movilidad humana sin precedentes».
Recordó que por su extensión, volumen y diversidad los flujos, tanto internos como internacionales, se trasladan mayoritariamente a las ciudades y a las zonas urbanas.
«América Latina no es indiferente, cerca del 70 por ciento de esos flujos migratorios son intraregionales», afirmó.
La movilidad -agregó- es resultado del acelerado crecimiento poblacional del 11 por ciento entre 2010 y 2015, y la migración a las zonas urbanas se ve impulsada por crisis económicas e inestabilidad política en la región.
El presidente del Fgmd, el embajador ecuatoriano Santiago Chávez, destacó las prioridades de la Presidencia de turno del organismo entre las que figuran los flujos migratorios mixtos, el cambio de la narrativa de la migración y la migración rural y urbana.
Junto al desplazamiento masivo que afrontan los países abogó por que los gobiernos busquen garantizar «el equilibro necesario entre migración y seguridad» y destacó el papel que representan las urbes a la hora de dotar de servicios a sus nuevos integrantes, siendo la reinserción laboral uno de los principales desafíos.
Ecuador asumió la presidencia del Foro en diciembre de 2018 y la dejará en manos de los Emiratos Árabes Unidos al término de la reunión de Quito el viernes.
Establecido en 2007, el Fgmd es un proceso voluntario, no vinculante y dirigido por gobiernos en el que pueden participar todos los estados integrantes y observadores de organismos internacionales y la ONU.
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