Zoocriadero del caimán del Orinoco no tiene tanque, iluminación ni termómetros

Por: Bianeli Rivas y María Eugenia Díaz

Guanare. – La muerte de Hércules, la especie ícono del Zoocriadero del Caimán del Orinoco de la Universidad de Los Llanos, presumiblemente por sed y abandono, hizo encender las alarmas sobre la vigencia y calidad del programa de protección de este reptil, considerado una especie en estado de extinción critica en Venezuela por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Ministerio de Ecosocialismo y Agua  (Minea).

El Pitazo visitó el zoocriadero de Puerto Miranda, entre los límites de los estados Apure y Guárico, uno de los dos que se levantaron a finales de la década de los años 80 en jurisdicciones de los municipios Muñoz y Páez,  áreas protegidas para la reproducción del Crocodylus intermedius, también conocido como Cocodrilo del Orinoco o Caimán Llanero. Estos zoocriaderos, que forman parte de la reserva biológica de los hatos El Frio y El Cedral, expropiados por el fallecido presidente Hugo Chávez Frías en 2011, no pasan por un buen momento. Sobreviven por la acción del cuerpo civil de guardaparques del Campamento La Macanilla, ubicado en el mismo sector.

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Luego de la expropiación de los hatos El Frio y El Cedral, el zoocriadero de Puerto Miranda fue rebautizado con el nombre de El Patrullero de Chávez. Sus actividades son desarrolladas en conjunto con la autoridad del Parque Nacional Santos Luzardo, situado entre las áreas de influencia de los ríos Capanaparo y Cinaruco y Orinoco, en jurisdicción de los municipios Pedro Camejo y Achaguas del estado Apure.

El guarda parques Rafael Farfán, encargado del  zoocriadero, informó que allí conviven más de 23 caimanes del Orinoco en edades reproductivas: 13 hembras y 10 machos, y 94 caimanes pequeños, 47 de ellos listos para su liberación y 47 que aun son bebes de menos de un año. «Los caimanes nacidos aquí los liberamos en  predios del Hato El Cedral, ahora agropecuaria Santa Inés”, señaló. La mayoría de los huevos colectados en el Hato El Frío son traídos a este zoocriadero, completó el funcionario sin explicar por qué.  

El zoocriadero tiene cinco lagunas; en la última y más grande se mantienen 14 animales de mayor tamaño. En los otras cuatro se encuentran las caimanas más pequeñas. Todas las especies están en lagunas cercadas por razones de seguridad. Allí sortean las condiciones naturales para establecer sus nidadas, que luego van a un proceso de incubación bajo un ambiente controlado, mediante el cual intentan disminuir el porcentaje de mortalidad natural para favorecer su sobrevivencia. Posteriormente son liberados en los ríos de Venezuela.

Durante el recorrido, los trabajadores comentaron El Pitazo que en el mes de noviembre, delincuentes desvalijaron el techo de los espacios destinados a la pernocta de los visitantes. Algunas láminas fueron recuperadas, pero la estructura permanece al descuido. Además, una de los tanques de agua está inoperativo.  Sin embargo, los encargados del  zoocriadero manifestaron que el agua está garantizada a los reptiles. Los manejadores no cuentan con iluminación adecuada y termómetros idóneos para controlar el proceso de incubación de los caimanes. 

El zoocriadero de Puerto Miranda tiene una incubadora que actualmente está incubando huevos recolectados en el río Capanaparo. Creemos que vamos a tener éxito, comentó  Farfán, quien no maneja cifras de las poblaciones de los reptiles liberados. El  Minea y el Instituto Nacional de Parques (Inparques) tienen previsto realizar próximamente un censo para determinar cuántos animales hay en las reservas de fauna de El Frío y El Cedral, dijo.

Los trabajadores del zoocriadero relataron que hace cuatro años murió Simón, un caimán de 6 metros y 20 centímetros, record nacional  por su gran tamaño. Le secundaba Hércules, el caimán que falleció este dos de marzo en el zoocriadero de Guanare. Simón fue devorado por otros compañeros del zoocriadero.

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Los caimanes del zoocriadero de Puerto Miranda se alimentan con productos cárnicos, pollo y pescado, proteína que reciben  martes y viernes. “Son reptiles de sangre fría por lo cual su mecanismo es sumamente lento. Hoy se alimentan durante hasta una hora para tragarse su presa, por lo que sí al otro día le suministramos comida no comen. Por eso tratamos de rendir los alimentos para permitir que todos los caimanes se mantengan en el tiempo. Ellos cazan y pescan para subsistir”, explicó Farfán.

El icono del zoocriadero El Patrullero de Chávez también se llama Simón, un caimán  que mide 5 metros con 50 centímetros. Farfán asegura que tiene buena salud. “Estos animales  en cautiverio  viven, en promedio, 100 años o más, mientras que en estado silvestre o en libertad permanecen de 80 a 90 años”, apuntó.

También está Caquita, una caimana que mide tres metros y 10  centímetros  y tiene 35 años. Produce entre 42 y 45  huevos, de los cuales nace 65% de los incubados.