San Carlos.- Edgardo Landaeta, médico veterinario, quien atiende parte de las granjas avícolas en Tinaquillo, estado Cojedes, asegura que la vacunación aviar no se cumple como en años anteriores y que desde 2015 comenzaron los problemas con la disponibilidad de las dosis. Expresó que un número importante de vacunas han tenido que dejar de usarse por los productores de aves, porque no se consiguen en el país.
Landaeta dijo a El Pitazo, este domingo 11 de julio, que no se puede precisar con exactitud con cuánta población de aves se cuenta, porque en Tinaquillo, que era el segundo productor de carne de pollo y huevos de 110 granjas avícolas, solo quedan operativas entre 10 y 15.
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El especialista añadió que los esquemas de vacunación para aves en Venezuela están muy limitados, porque casi todos los laboratorios que las producían o las traían no están en el país y no se cumple en su totalidad.
El médico veterinario indicó que la importación de vacunas le dio muy duro a la industria avícola nacional, quebrándola prácticamente. Explicó que en el país hay dos ciclos para la producción de aves que son las de los pollos de engorde, que tiene una duración de entre 37 y 43 días para obtener un pollo para matadero, y el de las gallinas ponedoras que tiene cerca de un año en producción.
Dijo que anterior a la crisis que se vive en el país existía un esquema de vacunación para las gallinas livianas (ponedoras) y pesadas (engorde), que eran sometidas a la inmunización contra enfermedades como la de Marek (neoplasia producida por virus), Gumboro (provoca inmunosupresión) y Newcastle (altamente contagiosa y afecta el tracto digestivo). La viruela aviar y la bronquitis infecciosa, entre otras que no se transmiten a los humanos, a menos que consuman la carne de los animales enfermos.
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El especialista expresó que, aunque la zoonosis (enfermedad de los animales que se transmite a los humanos) es poca, hay un riesgo muy alto de que las personas contraigan la salmonella al consumir carne de pollo y huevos que no estén bien cocinados, porque el calor mata la bacteria. Agregó que la salmonelosis provoca náuseas, diarreas, vómitos, dolores abdominales, fiebre y dolor de cabeza que deben ser tratados a tiempo, porque puede poner en riesgo la vida.
Informó el veterinario que hay que tener en cuenta que en estos momentos hay brotes de salmonelosis que tienen una transmisión vertical, es decir, pasa directamente de padres a hijos y es por eso que se debe prestar atención a que las carnes y los huevos queden bien cocidos. “No solo hay salmonela en los pollos, sino en los pescados y los huevos que estos últimos, al ser muy económicos, se corre en riesgo de que se contraiga con mayor facilidad”.