Barinas.- José Luis Trocel, representante de La Federación Nacional de Transporte (Fedetransporte) en las mesas de trabajo con el Ejecutivo nacional, exhortó a las autoridades a declarar ese sector en emergencia, pues alega que ya van para cinco meses paralizados.
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En un contacto telefónico la noche del 7 de julio con El Pitazo, Trocel expuso que el transporte público en todas sus modalidades: urbano, extraurbano e interurbano, pasa por una situación crítica debido a la cuarentena social impuesta por el Gobierno desde mediados de marzo, por la pandemia del COVID-19.
«Los transportistas no tenemos las mismas posibilidades que tienen otros profesionales de ofrecer sus servicios y promocionarse a través de las redes sociales y otros medios. Vivimos del día a día y ya vamos para cinco meses sin trabajar», dijo Trocel.
Especificó que el transporte interurbano no trabaja desde hace cuatro meses, lo que les imposibilita llevar el sustento diario a sus hogares. A las rutas suburbanas también les impiden trabajar y en el caso de las rutas urbanas, apenas 10% labora, porque los muros de contención hacen que los recorridos de 10 minutos ahora se extiendan a 30 y hasta 40 minutos.
De acuerdo a Trocel, los profesionales del volante en el país, cuyo universo es de unas 170.000 unidades, cumplen con las medidas de bioseguridad, con las restricciones impuestas por el Gobierno, «pero a nosotros nadie nos ayuda para evitar que nuestras familias mueran de hambre», comentó.
Lamentó que hay personas que no son trabajadores del sector público, pero prestan servicios en rutas interurbanas y las autoridades no toman cartas en el asunto; no obstante, a quienes han prestado el servicio durante años, no los dejan trabajar.
El vocero de los trabajadores del volante en Venezuela y representante de Fedetransporte en las mesas de trabajo con el Gobierno nacional pidió la reactivación de las conversaciones que, sin explicación alguna, van para un mes paralizadas, a fin de llegar a acuerdos que les permitan reactivar sus trabajos o, en su defecto, que se declare en emergencia el sector, «porque si no nos mata el virus, nos vamos a morir de hambre. Estamos pasando por una situación verdaderamente grave», apuntó.
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