Acarigua.- Desde hace 18 años los habitantes del municipio Esteller, en el estado Portuguesa, esperan que culmine la construcción del terminal de pasajeros terrestre ubicado en Píritu, la capital de esta jurisdicción. El proyecto beneficiaría a más de 50 mil personas.
La obra se inició en 2002 con una inversión de 700 millones de bolívares del cono monetario de ese entonces. Durante cuatro años se mantuvo la construcción de la mayoría de las áreas que conformarían el proyecto, ideado no solo para ser un parqueadero de unidades del transporte extraurbano sino para que también fuese fuente de empleo a través de un mini centro comercial donde se promovería la mercadería.
LEE TAMBIÉN
Para 2006, año en el que se había prometido la culminación del terminal, la obra estaba paralizada. Aunque han intentado en par de oportunidades reactivarla con una supuesta inversión de dinero, hoy está abandonada en su totalidad, lo que ha generado el desmantelamiento de los techos, marcos de las puertas y ventanas; así como de la batería de baños.
Oswaldo Salazar, dirigente social de la comunidad, señaló que la obra se ha convertido en una guarida de malhechores. «Los delincuentes e indigentes se han encargado de destruirlo todo y se han llevado desde el techo, puertas, ventanas y hasta las baldosas han desprendido de los baños. Esto fue un ‘desaguadero’ de recursos con el que pocos se enriquecieron».
La mayoría de los piriteños trabajan fuera del municipio porque en éste no hay fuentes de empleo, de allí la necesidad de la culminación del terminal. En la jurisdicción, el transporte es casi inexistente y los habitantes de la zona deben utilizar las pocas rutas que viajan hasta Turén, por lo que es en la carretera nacional donde abordan estas unidades que no ingresan a las calles de población.
LEE TAMBIÉN
CRUZ ROJA RESTABLECE CONTACTOS ENTRE FAMILIARES DESDE ACARIGUA
“Aquí el que no es maestro, es policía, y para trabajar en otra cosa tiene que trasladarse a otros municipios como Páez, Araure o Turén. Uno puede ver como las mujeres con niños en brazos o embarazadas que van al hospital de Acarigua y adultos mayores que van a retirar su pensión, se tienen que ir parados porque el autobús ya viene lleno de Turén», manifestó Salazar. Añadió que la operatividad del terminal generaría unos 2.000 empleos.
El dirigente social destacó que la última vez que se le inyectó dinero al proyecto fue durante el primer mandato de la actual alcaldesa oficialista Lucidia Ruiz, quien solicitó que se cambiara el piso de baldosas y se pusiera granito, luego se aprobó un dinero con el que supuestamente se construyó un andén y se asfaltó un espacio pequeño en la entrada.
Para la colectividad del municipio Esteller la obra se ha convertido en en un “elefante rojo”, como le llaman, por haber beneficiado solo a dirigentes y mandatarios chavistas y no a la población.
