Acarigua.- Los usuarios y trabajadores del Hospital Universitario «Dr. Jesús María Casal Ramos» de Acarigua-Araure, que no cuentan con un vehículo propio, están obligados a caminar largos trechos ante la inexistencias de rutas de transporte que transiten por los alrededores del centro de salud, el principal del cono norte de Portuguesa.
Trasladarse desde cualquier parte de las ciudades gemelas hasta este centro asistencial es un calvario. La parada de autobús más cercana queda a un kilómetro de distancia, por lo que mujeres embarazadas, enfermos con cualquier patología, familiares de los pacientes hospitalizados e incluso médicos y enfermeras tienen tres opciones: llegar a pie, pagar taxis o pedir «colas».
La única línea de transporte que pasaba por el lugar actualmente cuenta con solo dos unidades, pero no cumple con la ruta establecida. “El costo y la escasez de repuestos, sumado a la falta de financiamiento acabó con las rutas, son pocas las busetas que hay y estas llegan hasta el centro de la ciudad de Acarigua”, explicó a El Pitazo Víctor Rivero, representante del sector transporte.
«Somos de la zona alta de Araure y tengo en el hospital a mi cuñada que dio a luz. Nos mandaron a hacerle unos exámenes por fuera porque el laboratorio del centro de salud no funciona, así que me toca cambiar hasta la clínica más cercana porque por aquí no pasan las rutas. Esto lo hemos hecho varias veces, incluso para salir a comprar los medicamentos.», manifestó José Luis Villanueva, quien fue consultando al respeto.
LEE TAMBIÉN
Para la especialista María Mendoza la situación es similar. Trabaja en el hospital desde hace unos dos años, es nutricionista. Cuando su papá no puede llevarla al centro de salud se ve en una situación «negra», como ella lo ha calificado.
«Me ha tocado llegar en cola, pagar taxis o caminar porque uno debe cumplir con la obligación diaria, pero no es fácil cuando debes caminar tanto. Hay pacientes que llegan con la tensión alta o baja, casi desmayados porque se vienen caminando, y esta zona es una pendiente, así que el esfuerzo es doble», dijo la especialista.
La directiva del Colegio de Enfermería de la región han denunciado en reiteradas oportunidades que una de las causas del ausentismo laboral que se vive en el Casal Ramos es la falta de transporte público hacia el centro asistencial.
Ana María Velázquez, presidenta del gremio, ha declarado que otras ocasiones que la cantidad del personal disminuye casi al cién por ciento durante los fines de semana y en horas de la noche, porque los enfermeros no tienen cómo acudir al recinto hospitalario, debido a que de noche o sábado y domingo caminar por la zona es peligroso y las vehículos, cuyo conductores amablemente ofrecen «un aventón» son menos.
Enfermería ha planteado a la directiva del hospital asignar un transporte para todos los trabajadores; y ha amenazado con renunciar masivamente si no se resuelve lo más pronto posible el problema, que tiene más de un año.
