Acarigua.- Las constantes fluctuaciones y los prolongados cortes eléctricos que se registra a diario en Portuguesa han hecho posicionar a la región como una de las cinco entidades con más fallas eléctricas del país, junto con Zulia, Táchira, Apure y Barinas.
Cada día, las comunidades reportan cortes que aparentemente son programados, pero no anunciados, de entre cuatro y cinco horas, lo que impide que los ciudadanos puedan cumplir con una jornada laboral o con las actividades hogareñas.
De acuerdo con cifras ofrecidas por el Comité de Afectados por los Apagones, organización sin fines de lucro que monitorea el servicio eléctrico en Venezuela, en Portuguesa en el mes de julio se reportaron 269 fallas eléctricas. La situación empeoró durante agosto, cunado se registraron 1.367 cortes de electricidad.
«Esto es un crecimiento exponencial y nos lleva a hacerle un nuevo exhorto al Gobierno nacional, porque todos estos apagones repercuten en la calidad de vida de los ciudadanos», expresó a El Pitazo Aixa López, presidente del comité, agregando que los más afectados son los municipios Sucre, Turén, Guanarito, Papelón y San Rafael de Onoto.
Si bien las zonas rurales hasta hace un meses eran las más afectadas de la región, principalmente las ubicadas en el cono sur de Portuguesa, ahora las fallas también se registran en las principales ciudades como Acarigua, Araure y Guanare, la capital.
La diputada María Beatriz Martínez aseguró este jueves, 10 de septiembre, que en los 14 municipios de la entidad se registra la misma situación. «Aquí no hay apagones sino alumbrones. En muchas de nuestras zonas pueden generarse en una sola hora, hasta dos y tres cortes, y no existe un cronograma», señaló.
La parlamentaria explicó que las áreas rurales, de las cuales recibe denuncias, llegan a estar hasta 12 horas sin electricidad y en las zonas urbanas predominan más los bajones. «En municipios como Papelón pueden llegar a quitarles la energía eléctrica en la noche y hasta el día siguiente, después de medianoche es que restituyen el servicio. Hay caseríos que pasan días enteros sin electricidad mientras que poblaciones más concentradas se presentan fluctuaciones a cada instante».
En San Rafael de Onoto, ubicado en el norte de Portuguesa, los apagones y fluctuaciones no dan descanso a los habitantes. «Esto es mañana, tarde, noche, y sino de madrugada, que el servicio es suspendido», indicó Yoselin Gil, vecina de la población.
En Guanare las interrupciones del servicio también afectan la distribución de agua, según advierte Emanuel Figueroa, líder juvenil de la región.
«Son inclementes las fallas eléctricas, porque se pasa hasta cuatro y cinco horas sin luz, y ante esta falla también el servicio de agua se ve afectado, impidiendo que los ciudadanos puedan cumplir con los protocolos sanitarios que se han recomendado en esta pandemia. Los vecinos deben salir de sus casas por el calor que hace, y además, sin agua, no tienen cómo lavarse los manos, que es lo más básico», dijo Figueroa.
Los vecinos de la urbanización Durigua, en Acarigua, han protestando por las largas tandas que pasan sin el servicio eléctrico. La noche del miércoles 9 de septiembre, quemaron cauchos en el sector III, en rechazo a los cortes del servicio
Los vecinos del centro y zona comercial de Acarigua, en el municipio Páez, indican por su parte que, además de las fallas en el servicio de agua, y el cierre de los locales priorizados por falta de conectividad, las fluctuaciones causan avería en electrodomésticos.
Aldo Rojas, habitante de la zona, precisó que diariamente se generan al menos cinco bajones de electricidad. «Aquí en mi casa hay aparatos o electrodomésticos se han dañado por fluctuaciones. La empresa estatal Corpoelec debe abocarse a solventar la situación, y además, a subsanar los daños y perdidas que han sufrido los afectados».
