Acarigua.– La sala de aislamiento de pacientes con COVID-19 del Hospital Dr. Jesús María Casal Ramos de Acarigua, en el estado Portuguesa, ha colapsado a consecuencia del poco personal de enfermería con el que cuenta y que no es suficiente para atender todos los casos recluidos, cuenta a El Pitazo Ana María Velázquez, representante de la Comisión Nacional de Monitoreo de Hospitales Centinelas de Venezuela.
En el área, además, faltan medicamentos esenciales para tratar el virus como: Clexane, Dexametasona, Remdesivir, Meropenem, Ceftriaxona, ácido fólico, vitamina B12 y C, y también equipos de bioseguridad para la protección del personal.
A través de un contacto telefónico este 3 de octubre, Velázquez explicó la situación que vive el personal en este centro asistencial, ubicado en el cono norte del estado, que no ha tenido ni siquiera pruebas rápidas para aquellos que han presentado síntomas del virus.
«Este viernes 2 de octubre se ha evidenciado lo que usuarios y el personal han denunciado a través de las redes sociales y los medios de comunicación, y lo que es público y notorio. Los centros centinelas de Portuguesa no están al 100%. No tienen condiciones para brindar atención a los pacientes, y menos a los que están en estado crítico, complicados con COVID-19″, expresó.
Indicó que el personal de salud se ha visto bastante afectado por el virus. Cuatro médicos: Jhonny Camacaro y José Luis Mayorani, internistas; Freddy Bello, ginecobstetra; y William Mujica, nefrólogo, así como el enfermero Luis Colmenárez, están recluidos en esta área contagiados con el coronavirus.
«Para atenderlos a ellos y al resto de los pacientes, familiares y amigos nos hemos visto en la necesidad de solicitar ayuda pública para conseguir los medicamentos. Para dos de los médicos que están en condiciones críticas se ha solicitado apoyo al personal de enfermería externo para que les puedan prestar los servicios, porque el área de aislamiento está totalmente colapsada de pacientes», comentó Velázquez.
Para el ingreso de uno de los médicos que presentaba un estado complicado, de acuerdo con lo precisado por la vocera, se habilitó y acondicionó una cama extra. Hay solo cuatro enfermeras nada para atender a ocho pacientes en condiciones críticas.
«Enfermería y los médicos están realizando un trabajo extraordinario, con una sobrecarga laboral, pero no hay condiciones, no se cuenta con los recursos, y es un área que tuvo una remodelación y se inauguró hace menos de un mes. No puede ser posible que esté así», destacó Velázquez, asegurando que hace una semana pacientes del área crítica debieron ser movilizados a la sala general por el colapso de una parte del techo, a consecuencia de una tubería que se rompió. Y también dos aires acondicionados se averiaron por las fluctuaciones eléctricas.
La actual sala de aislamiento de este hospital fue inaugurada el pasado jueves 3 de septiembre, y se ubica en el área donde por años funcionaron las emergencias y el triaje de adultos y pediátrico, las cuales fueron reubicadas en otro pasillo de una forma improvisada.
El traslado a la nueva sala de aislamiento se realizó por la disponibilidad de oxígeno por la tubería que hay en esa área. Por más de cuatro meses, la gobernación del estado Portuguesa efectuó los trabajos de acondicionamiento de esta unidad especial para los pacientes detectados con el virus pandémico.
Juan Pablo Guanipa denuncia que hospital de Guanare se está cayendo
Velázquez precisó que en el área donde deberían haber entre 30 y 40 enfermeros, solo hay 18, divididos en tres turnos. «Tenemos casos en enfermería que han tenido que automedicarse y salir de reposo voluntario porque al momento de solicitar la consulta no hay quien les preste el servicio, y tampoco han tenido acceso a las pruebas porque no hay ni rápidas ni PCR».
Acotó que el costo de los estudios médicos para detectar el virus, como exámenes de laboratorios y rayos x, y del tratamiento básico para atacarlo (Azitromicina, antialérgicos y ácido fólico), superan los 100 dólares, monto que es impagable por un profesional de la enfermería que apenas percibe un salario mensual de 3 dólares.
«El personal ratifica el compromiso a pesar de que no se le están garantizando las medidas de bioseguridad, los medicamentos ni ningún tipo de atención cuando sientes los síntomas de COVID-19. Recordemos que sobre todas las cosas debe prevalecer la santidad de la vida, el principio de la salud», puntualizó.
También, los diputados Juan Pablo Guanipa y María Beatriz Martínez, que visitaron este viernes 2 de octubre el otro centro centinela de la región, el Hospital Miguel Oraá de Guanare, denunciaron que este no cuenta con rayos x ni laboratorio clínico y que hay solo un respirador en todo el recinto, elemento necesario para atender a pacientes complicados con el virus.
«No se sabe que pasó con esos respiradores que dotaron cuando inauguraron el área, porque para el nivel central esos equipos se entregaron y para la realidad de los pacientes, allí no están. Solo tienen dos tomas directas de oxígeno por tuberías, y las demás son bombonas», expresó Martínez.
Asimismo, la parlamentaria precisó que como consecuencia de una falla eléctrica, se produjo la muerte, el jueves 1° de octubre, del exalcalde Jesús Vela Burgos.
Dijo que el deceso del líder político y de otros dos pacientes, fue precipitado por una falla eléctrica que se registró durante la madrugada en la sala de COVID-19 de este hospital, que no cuenta con planta eléctrica. La reparación de la avería se hizo 12 horas más tarde.
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